Por Víctor Chaves Rodríguez El Reportero Nómada
Hasta pocas horas antes de su vil asesinato, el excandidato a la asamblea de Nariño, por los partidos Farc y Liberal, había estado recogiendo algunas donaciones para los hijos de los prisioneros políticos y expresó su preocupación por algunos hechos relacionados con la JEP.
Con el homicidio de Diego Campo, los enemigos de los campesinos lograron frustrar otro anhelo de verdadera paz para los territorios del suroccidente de Colombia, que hoy son escenarios del recrudecimiento de un conflicto que en realidad nunca desapareció, ni siquiera con los acuerdos de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Farc – ep.
Diego, persona joven y comprometida con la lucha de los campesinos, incluyendo la búsqueda de una salida digna para el tema de los cultivos de uso ilícito, había entregado esta descripción personal, cuando se aprestaba a inscribirse como candidato a la asamblea del departamento de Nariño:
“Nací el 11 de marzo de 1988 en Cartagena de Indias, crecí en la ciudad de Cali, donde inicié mis estudios básicos, terminándolos en Valledupar cesar.
Por circunstancias económicas salí del país, donde milite y conocí de los ideales farianos, volviendo a mis país participe en el paro agrario del 2013 en el norte y la cordillera de Nariño, posteriormente participé en la minga agraria del 2016 donde logré consolidarme en la mesa agraria étnica y popular como vocero departamental, desde ahí he venido promoviendo y liderando movilizaciones en defensa del campesinado nariñense.
Actualmente vivo en El Peñol, Nariño, subregión Guanbuyaco, padre de dos hijos y también estoy educando dos hijastros, felizmente casado, desempeño labores del campo, sin abandonar el trabajo social comunitario.
Desde la firma de los acuerdo en La Habana, Cuba, he retomado los acercamientos con los compañeros del nuevo partido Farc”.
Diligencias
Ayer, personas cercanas a él y a su familia, trataban de adelantar gestiones para trasladar el cuerpo de Diego hasta el municipio de El Peñol y proceder con los actos fúnebres. Se supo que había sido trasladado hasta la cabecera de Santander de Quilichao para que se le efectúe la correspondiente necropsia.
La mesa agraria departamental y la gobernación de Nariño, están comprometidos en las gestiones para llevar el cuerpo de Diego Campo hasta el municipio de El Peñol y se le dé la correspondiente sepultura.
Este hecho se suma a las dos decenas de homicidios cometidos en los dos últimas semanas en el departamento del Cauca, en donde fuerzas oscuras están atentando contra los amigos de la paz, los líderes de derechos humanos y los miembros de las comunidades indígenas.