Colombia cumplió 10 días de movilizaciones en el paro nacional en repudio a las múltiples políticas promovidas por el gobierno del presidente Iván Duque, que afectan gravemente a la sociedad colombiana. La bancada de la oposición, defensores de derechos humanos, organizaciones sociales, líderes sociales y demás, denominaron dichas políticas como el Paquetazo de Duque.
En este contexto, siempre hay opiniones unas a favor y otras en contra las nuevas dinámicas y perspectivas de quienes se movilizan. Una de las opiniones que llamo la atención fue escuchar a la señora Constanza (trabajadora de la zona norte) decir: “Por qué el paro no llega al norte, no paraliza toda la ciudad, siempre son los pobres donde se hacen las manifestaciones; además se destroza todo” Un cuestionamiento razonable, el paro nacional no logró detener la zona norte, pareciera que fuera otro departamento; el comercio en general abierto, transporte público funciona con mayor normalidad, la gente afanada en asistir a fiestas, y seguir con el consumo que trae el mes de diciembre.
Constanza culmina su jornada laboral y comienza el viacrucis para ella, no para sus jefes, ellos se quedan cómodos viviendo en su zona de confort (norte) mientras ella emprende el camino para llegar a su hogar, donde la espera su esposo y sus dos hijos, quienes viven en la zona sur de Bogotá. A veces, si logra conseguir transporte, tiene que agarrar uno o dos autobuses que la dejan retirada del lugar donde vive, esto porque la zona sur parece una batalla campal, allí hay calles cerradas, llenas de militares, la gente corre, otros caminan; es decir, el panorama es totalmente distinto.
El cuestionamiento de Constanza se ha multiplicado, son varias las personas que lo reflexionan, una de ellas es la señora Marina: “que hagan el paro pero que se vea el resultado, que esto no se vaya a quedar solo en manifestaciones donde siempre somos los pobres quienes sufrimos y los ricos siguen viviendo como si nada”
Marina trae al presente la opinión de Carolina Mejía una enfermera que conocí el 21 de noviembre en el primer día del paro nacional, Mejía me dijo: yo apoyo el paro, he caminado mucho, vengo del norte, y no me importa caminar lo que sea, pero lo único que queremos es ver resultados reales, concretos para mejorar las condiciones de nosotros los colombianos porque los ricos siguen en su burbuja.
Efectivamente los ricos siguen en sus burbujas, para ellos hablar de Paro Nacional es un chiste, eso no existe, muchos se atreven a decir: eso es solo bulla y el trabajador que quiere salir temprano de su trabajo, es porque quiere irse a bajar.
Es cierto que en la zona norte de Bogotá por horas ha estado paralizado el Transmilenio, han realizado cacerolazos en Usaquén, igualmente frente a la casa del presidente Iván Duque, pero esto no ha logrado sacudir fuertemente la zona norte para hacer notar la firmeza del paro nacional.