• noviembre 17, 2024 8:49 am

Coronavirus, no más desinformación

PorJulie Posetti

Abr 2, 2020

Por Julie Posetti y Alice Matthews. Material de la Red Internacional de Periodistas.

El papel del periodismo en la lucha contra la información falsa nunca ha sido tan crítico. La pandemia de COVID-19 ha traído consigo lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) llama una ‘infodemia’ masiva: una explosión potencialmente mortal de desinformación a nivel global.

Personas de todo el mundo han muerto debido al consumo de desinformación relacionada con tratamientos de COVID-19 falsos o no probados. Los desinformadores comparten falsedades a través de memes virales, mensajes en cadena en aplicaciones cerradas e incluso a través de políticos mal informados que se hacen eco de esa información falsa en conferencias de prensa.

Una de las consecuencias potenciales más peligrosas de la crisis mundial de desinformación —bien arraigada antes de la pandemia de COVID-19—, es la posibilidad de que el público disminuya su confianza hacia toda la información porque le resulta cada vez más difícil distinguir entre hechos y falsedades, publicaciones legítimas y fraudes, y entre contenido hiperpartidista y periodismo crítico e independiente.

¿El resultado? El debilitamiento de la salud pública, la desestabilización de los procesos democráticos y mayores amenazas a la sostenibilidad del periodismo de calidad.

Todo el periodismo tiene un papel que desempeñar contra algunos de los efectos de la Era de la desinformación: creadores de noticias y documentalistas, trabajadores de la radio y de la prensa, periodistas especializados y periodistas de información general, medios tradicionales y nuevos medios digitales, medios interactivos y medios de investigación.

Todos somos objetivos de los agentes de la desinformación, y todos tenemos un papel que cumplir en esta lucha.

Los desinformadores se introducen en los intertsticios más vulnerables del ecosistema de la información: publicaciones pequeñas con personal poco capacitado y recursos limitados, personas con defensas informativas débiles, y audiencias de nicho e impresionables.

Es por eso que es vital que editores y periodistas sean conscientes de la creciente sofisticación de las tácticas desinformativas, que incluyen fuentes fraudulentas, falsos think tanks, cuentas falsas en redes sociales, conjuntos de datos contaminados y publicaciones apócrifas. Es esencial reforzar el papel de la verificación, el chequeo de fuentes y la alfabetización en medios digitales para todos los periodistas.

La investigación que publicamos la semana pasada para un proyecto financiado por el gobierno canadiense sobre revistas y desinformación ofrece seis recomendaciones clave que pueden ayudar a todos los profesionales de los medios a protegerse contra la desinformación y defender el buen periodismo.

1. Promover la comprensión de las causas y consecuencias de la era de la desinformación, y garantizar que el fact-checking y la capacidad de verificar hechos funcionen en un mundo digital.

El problema: la era digital requiere habilidades cada vez más sofisticadas para combatir la desinformación.

Contramedidas efectivas:

  • Priorizar el intercambio de conocimientos y la formación para garantizar que la capacidad para investigar y verificar de los equipos editoriales sea apta para la era digital (es decir, técnicas de verificación en redes sociales).
  • Desarrollar una comprensión más sofisticada de las causas e impactos de la actual crisis de desinformación en el periodismo y el derecho del público a saber, un derecho basado en los derechos humanos.
  • Desarrollar secciones especializadas en desinformación relevantes para tu publicación.
  • Llenar los huecos. Las publicaciones, especialmente las de nicho, pueden ayudar a combatir la desinformación de manera preventiva, simplemente al conocer las lagunas de información y trabajar para llenarlas con piezas poderosas y atractivas que puedan ayudar a desacreditar falsedades y promover información verificable y creíble.

Recursos que pueden ayudarte a implementar esta recomendación:

2. Lleva a tu público contigo: verdad, confianza y combate colaborativo

El problema: la combinación de hechos y ficción está socavando la confianza de las audiencias hacia toda la información, lo que permite una manipulación más fácil de la opinión pública por parte de actores maliciosos. Las publicaciones con audiencias de nicho son un objetivo particularmente deseable para los desinformadores. 

Contramedidas efectivas:

  • Aprovecha el conocimiento especializado. Según una encuesta de la Canadian Journalism Foundation, el 83% de los encuestados estaban especialmente preocupados por la desinformación que podría comprometer su salud a través de la difusión de información errónea sobre riesgos y beneficios médicos. Esta situación ofrece oportunidades para informar sobre estos temas aprovechando el conocimiento de especialistas que pueden ayudarte a desacreditar mentiras. También brinda oportunidades a editores de salud y bienestar para ofrecer información confiable y basada en evidencia.
  • Moviliza a tu público y fortalece la lealtad a través de programas y eventos para miembros o suscriptores que exploren las causas y los impactos de la crisis de la desinformación.
  • Considera trabajar en proyectos colaborativos que aprovechen la experiencia colectiva y los recursos de otros, incluyendo audiencias con conocimiento especializado.

Recursos que pueden ayudarte a implementar esta recomendación:

3. Practica la transparencia

El problema: las líneas entre hechos, entretenimiento, publicidad, manipulación y ficción son cada vez más borrosas, lo que socava la confianza hacia el periodismo.

Contramedidas efectivas:

  • Revela los procesos de reporteo para que el público mire el «detrás de escena».
  • Traza líneas claras entre contenido publicitario, patrocinado y nativo. No te sientas tentado de difuminar las líneas para obtener ganancias en el corto plazo.
  • Interroga los métodos de tus anunciantes para evitar contaminar por asociación.

Recursos que pueden ayudarte a implementar esta recomendación:

Revisa este estudio de caso sobre un anuncio en la revista Teen Vogue sobre Facebook que «apestaba a contenido patrocinado«. Inicialmente se publicó sin firma o descargo de responsabilidad, y fracasó espectacularmente.

4. Únete contra las fuerzas que dividen

El problema: el periodismo es competitivo, pero la unión de la industria y la colaboración profesional son fundamentales para combatir la crisis mundial de desinformación. Ir a solas contra la desinformación no funcionará. Esto se debe en parte a que los agentes de desinformación están bien organizados y son altamente colaborativos.

Contramedidas efectivas:

  • Mantenernos «unidos y movilizados» para la batalla, lo que el editor de L’actualité, Charles Grandmont, dice que es lo más importante para abordar el problema.
  • Agrupar y compartir recursos entre publicaciones para contrarrestar la desinformación (capacitación, conocimiento, herramientas de verificación forense, etc.), siempre que sea posible.
  • Experimenta con investigaciones colaborativas.
  • Considera sumar recursos legales.
  • Considera hacer lobby.
  • Comparte con colegas de la industria tu experiencia si fuiste objetivo de un ataque, y los métodos que estás utilizando para intentar defenderte. De ese modo otros podrán aprender de tus errores y tus éxitos.
  • Haz un esfuerzo particular para apoyar a publicaciones muy pequeñas que tienen una capacidad limitada para involucrarse con el problema pero que necesitan ser eslabones fuertes en la cadena de información creíble.

Recursos que pueden ayudarte a implementar esta recomendación:

5. No eres inmune a la violencia online. Prepárate para ser blanco de ataques

El problema: la violencia online contra los periodistas es ahora un elemento bien estudiado de las campañas de desinformación, y una herramienta utilizada para desalentar al periodismo crítico. Los agentes de desinformación han aprendido que atacar online a los periodistas puede ayudarlos en sus intentos de generar dudas, confusión y miedo. Las mujeres periodistas y las que informan sobre desinformación hoy están siendo atacadas de manera desproporcionada. La violencia puede manifestarse de varias maneras: acoso y abuso de género, amenazas de violencia sexual y física, ataques a la seguridad digital que incluyen doxxing, vigilancia y más.

Contramedidas efectivas:

  • Establece un plan para hacer frente a las amenazas contra staff y colaboradores, incluyendo notificar a la policía e incrementar la seguridad dentro y fuera de línea (porque estas amenazas no permanecen siempre en el mundo digital).
  • Busca y brinda apoyo psicológico en las semanas y meses posteriores a un ataque.
  • Asegúrate de que los periodistas de tu equipo, incluidos los colaboradores y freelancers, denuncien cualquier amenaza al editor.
  • Recuerda al staff los riesgos de publicar información personal online.
  • Brinda capacitación integral y recursos centrados en la seguridad digital, física y psicológica para permitir una defensa propia proactiva.

Recursos que pueden ayudarte a implementar esta recomendación:

6. No te comportes como un avestruz o te arriesgues a ser un blanco de los agentes de la desinformación

El problema: creer que tu publicación es demasiado de nicho, o que tu audiencia es demasiado pequeña para ser un objetivo, o pensar que la crisis de la desinformación solo compete a procesos electorales y bots lejanos, te puede convertir en un objetivo sencillo.

Contramedidas efectivas: todas las mencionadas.

Julie Posetti, PhD

Director global de investigación

Julie Posetti, periodista y académica galardonada, dirige el programa de investigación global de ICFJ. Con sede en Oxford, Inglaterra, investiga y escribe en la intersección de la seguridad del periodismo, la libertad de los medios, los medios y el género, el periodismo y la desinformación, y la transformación digital del periodismo, basándose en una carrera internacional que abarca tres décadas.

Sobre el autor

Deja un comentario