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Hace falta una televisora petrolera

PorMiguel Jaimes

Abr 20, 2020

En la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, número 39.885 del día 16 de marzo del 2012 se señalan las nuevas reservas de crudo del país. Calculadas hasta ahora en 297.570.543 millones de barriles de petróleo. Esta realidad nos sitúa por encima de Arabia Saudita quien hasta hace un par de años era la primera reserva mundial de crudo con 264 mil millones de barriles en su subsuelo, este país explota diariamente 10 millones de toneles y tiene capacidad instalada para llegar hasta 12 millones diarios.

El resto del mundo guarda unos 272 millones de barriles, cifra compartida entre una veintena de países. Mientras la ubicación de Venezuela está entre la cuarta y quinta posición mundial y otros países como Irak y Libia con reservas el primero situadas en 115 mil millones de barriles y el segundo con 46 mil millones los han colocado en el ojo del huracán de los últimos acontecimientos por el control energético en este nuevo concepto mundial de guerra inspirado desde 1990 en adelante.

La formula imperial desatada para el control energético es neoliberal, globalización, Pentagonización y balcanización. Generar conflictos que lleguen a la guerra por enfrentamientos étnicos, religiosos, separatistas y ahora terroristas.

Volviendo a Venezuela, mientras el Proyecto Magna Reserva sigue su curso hallando más volúmenes de reservas el Departamento de Energía de los Estados Unidos de Norteamérica, amenazante ha indicado que las reservas de crudo venezolanas están por encima de los 550 mil millones de barriles, cantidad incalculable e incuantificable de millones en cualquiera de las monedas del Planeta.

Aparte, el gran movimiento demográfico que llevó a este Mundo al aumento poblacional de 7.000 millones de habitantes, habiendo aumentado en los últimos doce años en mil millones de seres humanos, ahora calculan que para el 2020 esta cifra habrá llegado a la colosal suma de 7.800 millones de seres humanos.

Es decir que el elemento demográfico-geográfico de las principales demandas mas lo geoestratégico que permita planificar y dar respuestas a todas estas nuevas preocupaciones de la población y de sus espacios geográficos, hacen un llamado urgente a las nuevas estaciones sociopolíticas y de seguridad y defensa reclamando los nuevos conceptos interregionales de integración mundial.

Venezuela lleva más de 100 años explotando petrolero. Su experiencia y posicionamiento en la región así lo confirman, desde este país nació la propuesta de 1960 en fundar junto a otras cinco naciones la Organización de Países Exportadores de Petrolero y los recientes proyectos de integración surgidos a través de la petrodiplomacia: Petrosur, Gran Gasoducto del Sur, Gasoducto Antonio Ricaurte, Petrocaribe, Petroandina y Petroamérica, así lo confirman.

Pero todo esto junto a toda la historia petrolera mundial intenta dar cuenta de un solo objetico: en Venezuela hay suficiente talento, recursos y compromiso histórico-social para crear una televisora nacional dedicada exclusivamente al tema petrolero.

La situación mundial con las principales reservas petroleras de las cuales el cartel OPEP posee el 75% y todo el avance de la guerra por obtenerlos. Nuestra historia en base al petróleo. Desde lo idiosincrático, cultural, poder político, análisis, nuevos especialistas, debates y en fin, toda una historiografía mundial del tema mas importante de este nuevo siglo y del pasado.

Venezuela debe ver como una estrategia de defensa la formación política de los ciudadanos que habitan su extensión territorial. A las alturas de los recientes acontecimientos globales es bien sabido que el origen de las recientes guerras es por la apropiación indebida de las grandes potencias de los recursos energéticos. Y población que no ubique en este presente y en el futuro inmediato la importancia de los recursos de su país entra en el riesgo de seguir regalando su pensamiento e identidad.

La proyección de la vida e importancia petrolera debe ser difundida, analizada, interpretadas por los mas diversos autores que conforman las pocas generación abocadas al estudio político-social-cultural del petróleo en nuestro país.

La ubicación la cual abre nuevos mercados, acuerdos, socios y alianzas debe ser discutida hasta por la conformación de una especie de Consejo Nacional Energético conformado por la Cancillería, PDVSA y estudiosos por regiones geográficas nacionales con criterio en el estudio de los hidrocarburos.

La nueva televisora daría cuenta hasta de cátedras ´permanentes y participativas incorporadas al análisis por una nueva política nacional energética.

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