Por, Mario Lamo Jiménez
El crimen organizado: Estados, Organización Mundial de la Salud, Asociaciones Médicas, compañías farmacéuticas multinacionales, agencias regulatorias de salud de los EE. UU. y demás, han dado un golpe de estado mundial para imponer estados autoritarios que gobiernan por decreto en contra de los intereses de la población para favorecer a especuladores financieros y compañías farmacéuticas y aterrorizar a la población para coaccionarla psicológicamente para que acepte como solución final de su miseria ”la vacuna salvadora” que será en verdad la continuación del genocidio que ya han empezado.
Acuso a todos los nombrados anteriormente de cometer TODOS estos crímenes contra la humanidad:
1-Destrucción de negocios y de fuentes de ingresos para causar un gran caos económico y social,
2-Destrucción del tejido social, separando a las familias, amistades, acabando con TODAS las relaciones que crean vínculos afectivos, de negocios, religiosos, espirituales, suprimiendo las celebraciones, las historias familiares e incluso prohibiendo que se despida a los muertos, como se ha hecho por miles de años en diferentes comunidades y culturas,
3-Encarcelamiento masivo de poblaciones enteras con el fin de destruir su sistema inmunológico al confinarlas sin luz solar y sin ejercicio por prolongados periodos de tiempo,
4-Uso prácticas de tortura como el “distanciamiento social” ideadas por la CIA para romper la moral de sus prisioneros y enfermarlos,
5-Forzar el uso de mascarillas que solo sirven para que la persona reciba menos oxígeno, su sangre se acidifique al respirar un exceso de CO2, y su sistema inmunológico también se debilite. La mascarilla es un SÍMBOLO de sumisión y de humillación del portador de la misma, al demostrar su obediencia al sistema.
6-Intento y práctica del genocidio.
Todos estos son crímenes contra la humanidad, cuyo fin es exterminarnos por medio de engaños, falacias, una falsa pandemia (usando para ello pruebas que dan falsos positivos y alterando certificados de defunción para elevar falsamente el número de muertes) y condiciones de vida opresivas que han llevado a la gente a la quiebra económica, moral, espiritual y física y a muchos al suicidio. Los gestores de estos crímenes deben ser arrestados, enjuiciados y encarcelados para que no puedan seguir con la prácticas genocidas mencionadas. La vacuna contra el coronavirus forma parte del plan genocida y debe ser rechazada ya que sabemos por experiencias pasadas con todo tipo de vacunas que estas no funcionan y que han causado enfermedades peores que las que pretendían combatir, e incluso la muerte.
¡No podemos obedecer órdenes que vayan en contra de nuestra salud, vida e intereses como seres humanos! ¡O resistimos o nos extinguimos!