En las últimas décadas los colombianos son testigos del descaro político a todo nivel, y con ello, las cajas de resonancias que utilizan algunos periodistas como doña Vicky Dávila para limpiar el nombre del Matarife, si, leen bien, este es el nuevo apellido del senador Álvaro Uribe Vélez. Pues, la misma justicia terminó aceptando de que a él se le puede llamar así, por todos los testimonios vivos (que no logró desaparecer), y muertos que desde el más allá lo señalan como responsables de varias masacres, ordenar falsos positivos, falsos judiciales, y ahora, la de pagar sobornos a exjefes paramilitares, como Monsalve, mediante su mensajero Diego Cadena.
Vicky, la Corte Suprema de Justicia no fue creada para servir favores a su amado Uribe ni a ningún criminal, muy al contrario, aquí la importancia de la decisión judicial de la Corte, es demostrar que el Derecho y la Justicia está por encima del narcoparamilitarimos que innegablemente instauro su defendido.
Aplaudo cuando dice que “ningún magistrado se debe dejar amedrentar”. Si, para ellos no es nada fácil, tener que llevar un proceso con el hombre que, con más de 200 procesos penales, de repente los testigos en su contra son asesinados, desaparecidos, fallecen en accidentes entre otros; los magistrados saben que la muerte les respira en el cuello.
Así como le respiro a Carlos Enrique Areiza, asesinado en Bello Antioquia, en el mes de mayo de 2018; quien venía recibiendo amenazas de muerte desde el 2011, tras ser testigo en el caso de fabricación de testigos. Una de esas amenazas la recibió su padre, un adulto mayor de 70 años de edad “Dígale que se calla o lo callamos a través de ustedes”
Su defendido Vicky, no dudo en celebrar su muerte. “Carlos Areiza era un bandido. Murió en su ley. Areiza es un buen muerto” trinó Uribe a las tres de la mañana. Claro que era un buen muerto porque con él se llevó a la tumba la información que hoy en día la Corte sigue buscando para hacer justicia.
Algo similar le pasó, al ex asesor de Uribe cuando era gobernador en Antioquia, Juan Moreno falleció en un extraño accidente de helicóptero, luego de denunciar corrupción de ese gobierno por dos billones de pesos. Lo curioso del caso, es que el exparamilitar “Don Berna” asegura, que Uribe ordenó su muerte, testimonio que concuerda con el informe del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI).
“Álvaro Uribe nos dijo que hagamos lo que tengamos que hacer. Que borremos ese pueblo” declaración del ex paramilitar, Francisco Villalba asesinado por sicarios luego de declarar contra Uribe en el caso de la Masacre del Aro de 1997, cuando Uribe era gobernador de Antioquia. ¿Qué coincidencia verdad?
Pero, para los paramilitares como Don Berna, Sierra, entre otros, le tienen nombre propio del que dio la orden de asesinar a Vicente Castaño, exjefe de las Autodefensas de Colombia (AUC); fue asesinado por orden de Uribe porque tenía información contra Uribe y la iba declarar a las autoridades.
El pobre viejito de Uribe, tiene tanta suerte que otro de los testigos en su contra, José María Valle, defensor de derechos humanos, quien denunció a Uribe por la masacre del Aro; 15 días después fue asesinado. La lista es larga, muy larga, pues tendríamos que colocar los millones de nombres de colombianos asesinados en los falsos positivos por orden de Uribe en mandatos presidenciales.
Por tanto, en este país nadie quiere destruir a Uribe, los hechos hablan por sí solos, pues, lo que la sociedad quiere, es que se aplique la justicia. Uribe debe reconocer el daño que le ha causado al pueblo colombiano al haber creado el paramilitarismo, y con ellos, el narcoparaestado.
Entonces, los únicos efectos políticos que tendríamos en Colombia con la prisión de Uribe, es comprobar de que si tenemos un sistema judicial capaz de castigar a los narcosparamilitares por los múltiples asesinatos cometidos.
No venga Vicky a utilizar su caja mediática para seguir creando polarización y justificando de que como existe la guerrilla, se puede utilizar las instituciones del Estado como casas de la corporación criminal para asesinar a quien quiera por pensar diferente.
La misma justicia que piden las víctimas de Uribe, se pide aplicar a los exjefes de las Farc, quienes deben pagar por sus crímenes, hacer reparación a sus víctimas y hacerse responsable del bienestar de los excombatientes que colocaron sus vidas para cuidar la de ellos.
Porque, para cambiar nuestras realidades debemos aceptar la responsabilidad en cada acto cometido en la guerra, en la política, por eso, reconozco el valor de Victoria Sandino al reconocer el atroz hecho de violaciones a las mujeres farianas en manos de sus comandantes; y repudio la postura de la Vicepresidenta del Senado por el partido Farc, Sandra Ramírez, por no reconocer el reclutamiento forzado a niños, niñas y adolescentes en el conflicto armado. ¿O me viene a decir ella, que un niño de 12 años está en plenas facultades para irse a vivir el horror de la guerra? ¿Qué tiene el completo conocimiento de una postura ideológica? ¿Qué es totalmente independiente para cuidar de él?
Sandra Ramírez esta como la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, al proponer el servicio militar obligatorio, haciendo reclutamiento forzoso porque las condiciones sociales obligan a las personas a tomar las armas, independientemente la línea política; ambas son unas desconsideradas con el pueblo por no aceptar la realidad para buscar un cambio real que nos ayude a superar los odios y las desigualdades.
Por estas posturas, no me extraña el modo operandi de los políticos mafiosos de este país, es ir asesinar poblaciones enteras en complot con los grupos criminales, luego regresan con las transnacionales, vestidos bien elegantes, con discursos populistas para someter mediante las necesidades a sus víctimas, luego ellas, terminen agradeciéndoles el pan que llevan a sus bocas.
Por esta razón, tanto políticos y periodistas como usted, que incitan a la guerra, que apoyan a criminales como el senador Uribe; saben en el fondo que para parar el desgaste judicial y lo más importante, salvar vidas, deben aceptar lo que son y sincerarse con el país.
Insisto Vicky, no invite al odio internacional contra Cuba, Venezuela y cualquier país que piense diferente a usted. Recuerde que estos países han tenido que cargar con la guerra de nuestro país, han sido garantes y acompañantes de los procesos de paz, y todavía usted, con una pistola en la boca diciendo disparates.
Estoy segura que el único clímax posible para la población colombiana y el mundo, es que el Centro Democrático se vuela el “Centro Democrático de la Paz” Uribe, inicie su proceso de desarme para que la Corte Suprema haga Justicia y los colombianos realmente comiencen a crear otra perspectiva de vida.
Me parece un artículo coherente , que invita al desarme de las plumas que que escriben con tinta de sangre 👍
Gracias por leer y compartir.
Su escrito es una radiografía del periodismo arrodillado de este país