Por: José Sant Roz
1. La confesión ayer de Juan Guaidó a un medio español fue de lo más cumbre: “Yo aspiraba asumir el poder en enero pasado, luego de una lucha intensa que posteriormente sufrió algunos reveses inesperados porque la dictadura de Maduro actuó de muy mala fe… Pero, al día de hoy puedo decir con toda responsabilidad, que no fue del todo malo lo que nos pasó: porque la dictadura luego fue castigada por la pandemia, y si nosotros hubiéramos tomado el poder nos hubiéramos visto en una situación muy golpeada con inconvenientes de salud grave por los desastres que nos estaban dejando los cubanos en el terreno de la medicina. Dios ha querido que se retrase un poco este regreso al poder y esperamos que para el próximo mes de enero, ya todo haya pasado y nosotros podamos asumir sin tan serios inconvenientes, tomando en cuenta que la vacuna de la universidad de Oxford estará dando excelente resultados y el hermano gobierno del presidente Trump, ya triunfante de nuevo, como será, como lo veremos, estará al lado de nuestra justa causa democrática. Pero realmente habría sido terrible para nosotros gobernar en estas circunstancias tan anormales, tan atípicas,…”
2. ¡Ay, Señor!, ¡cómo habría sido el infierno de muertos en Venezuela gobernando la oposición! Cómo sería ese desbarajuste de enfermos en sus casas contaminando a todo el mundo, sin control, sin protección ni amparo del estado. Ese despelote con el negocio de las medicinas, con el negocio de las clínicas privadas a millón. Esa guerra interna dentro de las instituciones cada cual peloteándose los casos sin coordinación de ningún tipo y con una cadena de ministros de salud renunciando como pasó en Brasil. Abriéndose fosas en cada localidad para ver donde cada cual entierra a sus seres queridos. Rehuyendo el Estado sus responsabilidades y lavándose las manos cada funcionario como pasa en Brasil, Colombia, Perú o Chile. Y además con un descontrol sanitario total en la frontera y aduanas, y en los aeropuertos.
3. Imagínense por un instante, cómo sería esto encontrándose en el poder un Leopoldo López, un Guaidó o una María Corina, que en cogiendo el sartén por el mango veríamos a todos los de sus clases, dando cancha amplia a los NEGACIONISTAS para que se concentrasen en el Este de Caracas, en Altamira, pidiendo cero restricciones, con bares y discotecas abiertas, los hospitales en el último estado de abandono, los centros comerciales y comercios abiertos, los bonches a millón en cada esquina y en cada apartamento. Las licorerías con colas hasta la media noche, y paralelamente abriéndose fosas comunes para enterrar los fuesen cayendo como moscas producto del coronavirus.
4. Ay Dios mío, cómo sería ese desastre, porque lo de esa soberbia y petulante derecha es pavonearse diciendo que ellos en todo se la comen: en modernismo, en tecnología, progreso, desarrollo. Ellos siempre están en el pináculo de la actualización de saber, cuando en verdad nunca hacen nada por el pueblo, sino esquilmarlo sin compasión. Es de imaginarnos por un segundo a la derecha gobernándonos y ver ¡cientos de miles muertos por la fulana pandemia…!
5. Y ahí están los ejemplos de la derecha en el mundo: con marchas violentas en España, Inglaterra, Suiza, Francia y Alemania diciendo que el Coronavirus no existe.
6. No hablemos del SUEÑO AMERICANO, donde hay más venezolanos muertos por coronavirus que lo que se han producido en nuestra tierra, y en un país que al día de hoy ya está rozando los 200 mil muertos y cuenta con 6 millones de contagiados.
7. Y en América Latina, la cosa se torna patéticamente horrible: ya Colombia superó a México con 600 mil contagiados. El gobierno derechista de Perú, donde queda la sede de los arrastrados a la Casa Blanca, el llamado Grupo de Lima, es el país con más muertos por habitantes en el mundo, y además con 640 mil contagiados. Ya el Chile del subnormal de Sebastián Piñera, en el reino de los que aman a Pinochet, hay más 412 mil contagiados. Brasil del miserable Bolsonaro está llegando a los 4 millones de contagiados y 121 mil muertos.
8. Brasil se consolida como el segundo país más castigado por la pandemia, sólo por detrás de EEUU. En Argentina crece exponencialmente la curva en unas veinte provincias. Mientras, señores, que en Venezuela hoy se tiene la cifra de mortalidad más baja del mundo por millón de habitantes, y si el presidente Nicolás Maduro hubiese actuado igual que Donald Trump, Jair Bolsonaro o Lenín Moreno, al día de hoy Venezuela tendría no menos de 10 mil muertos y no menos de 700 mil personas infectadas.
9. Esa es la realidad que los opositores nuestros se niegan a ver. Y Venezuela tendría hoy unos resultados en contagiados y muertos muy por debajo de los oficiales sino fuera por los miles de contagiados que nos han llegado desde Brasil y Colombia.
10. Hay, pues, que sentirse del gobierno que tenemos, que pese al más criminal bloqueo jamás visto en la historia de la humanidad, pese a las diarias diarreas de sanciones gringas y europeas, somos el país que mejor está enfrentando la pandemia en el mundo. Realmente insólito, hay que reconocerlo.