El 22 de octubre los partidos de gobierno en el Senado impusieron veto al derecho de moción de Censura, días antes el subpresidente Iván Duque se negó a Dialogar con la Minga.
La moción de censura había sido convocada por la bancada de oposición conformada por partidos de izquierda y progresistas, para debatir y censurar la conducta de desacato a los procedimientos constitucionales y legales por parte del gobierno y en particular el ministro de defensa Carlos Holmes Trujillo, ante la falta de aprobación por parte del Senado de la permanencia en Colombia de comandos de una Brigada de Fuerza Especial de los Estados Unidos SFAB.
Los colombianos nos quedamos sin poder conocer de viva voz de los senadores la información y los argumentos por los cuales es ilegal, innecesaria e inconveniente la presencia de esas tropas gringas en nuestro país.
La bancada de gobierno valiéndose de que tienen la dirección del Senado votaron la improcedencia del debate, para ello se apoyaron en una reciente sentencia del Consejo de Estado, que desestima la necesidad de aprobación por parte del Congreso, de la presencia de tropas extranjeras.
La constitución de Colombia define que el Presidente pude autorizar el tránsito de tropas extranjeras con aprobación del Senado. La constitución no da potestad para que tropas extranjeras permanezcan y operen en territorio colombiano.
Las tropas de los Estados Unidos que están en Colombia no están de tránsito, tampoco están en funciones de instrucción como lo asegura el gobierno, esos comandos especializados intervienen y direccionan el curso de operaciones que realiza las fuerzas militares y de policía.
El principal objetivo de los comandos SFAB es acompañar a las Fuerzas Militares de Colombia en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo a escala global y preparar sobre terreno a las tropas colombianas en capacidades de coordinación con tropas de EEUU bajo estándares de la OTAN, así lo anunció en mayo de este año la Embajada de los Estados Unidos en Colombia.
También acompañan y asesoran operaciones militares hibridas, o sea irregulares, en las 5 Zonas de Intervención Integral, en Nariño, La Macarena y sus parque aledaños, Arauca, Catatumbo y Bajo Cauca y Sur de Córdoba, precisamente donde desde julio se han recrudecido las masacres y el asesinato de líderes.
Los propósitos intervencionistas de los EEUU en Colombia, son los mismos del régimen Uribista, ejercer la ineficaz guerra contra las drogas, la intervención en Venezuela y desarrollar la contrainsurgencia, entendida como estigmatización, persecución y aniquilamiento de los movimientos sociales y políticos alternativos al neoliberalismo.
Este gobierno elegido con compra de votos y alianza con las mafias políticas y de narcotraficantes, ha concentrado el control de todos los poderes públicos, para lograrlo ha captado a la derecha que no se reclama Uribista, convirtiéndose en un gobierno despótico.
La acción de los Senadores de oposición es meritoria, hacen una digna labor que impiden mayores arbitrariedades, pero mientras las fuerzas políticas alternativas al neoliberalismo no tengamos mayorías parlamentarias y no gobernemos no habrá constitución que valga. En las elecciones del 2022, las fuerzas democratizadoras deben esforzarse por dar una moción de censura al actual régimen, para recuperar el camino democrático, la paz y la soberanía nacional.