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DirecTV nos estafó y la “Simple TV” pareciera seguir su mal ejemplo

PorIván Oliver Rugeles

Dic 20, 2020

Por Iván Oliver Rugeles

DirecTV nos estafó y con su conducta retó al Estado venezolano, pues decidió incumplir con sus obligaciones contraídas con más de dos millones de venezolanos, al dejarlos junto a sus familiares que en conjunto pudieran ser más de 10 millones de personas, sin aviso y sin protesto, de la señal para el disfrute de programas de televisión, lo que constituyó una grave conducta, transgrediendo así la Ley Resorte, pues, en el marco de la misma, el Estado venezolano, en enero de 2018, por órgano de Conatel, le otorgó a dicha operadora nueve habilitaciones en el área de transporte de datos y televisión por suscripción, vigentes hasta el 31 de diciembre del 2029.

Vale señalar que DirecTV, frente al incumplimiento indebido de sus obligaciones con sus suscriptores y ante el propio Estado, de negarse a restablecer el servicio, el TSJ, en su sentencia de mayo pasado, N° 0064-2020, de la Sala Constitucional, no solamente ordena a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) tomar posesión inmediata de todos los bienes muebles e inmuebles, oficinas comerciales, sedes administrativas, centro de operaciones y transmisiones, antenas y cualquier equipo o instalación destinada a la prestación del servicio, propiedad de DirecTV, sino que, también, le ordena la designación de una Junta Administradora Ad-Hoc, a cuya cabeza estará Jorge Elieser Márquez Monsalve, como director del Ente Regulador, quien «tendrá amplias facultades de administración».

Así las cosas, tuvimos como resultado que dicha empresa tampoco acató el llamado del TSJ a que le reestableciera a sus suscriptores el servicio de la señal y de pronto nos encontramos con que los dueños de DirecTV, para salirse del problema, optan por vender la empresa a una tal firma chilena denominada Scale Capital S.A., y es a partir de allí que los suscriptores estafados, repetimos, por DirecTV, empezamos a recibir de nuevo la señal, obviamente con las mismas instalaciones y equipos de DirecTV y, entendemos, que todo ello ocurre con el visto bueno de Conatel. 

Ahora, nos interrogamos, qué nos ocurre a quienes somos los suscriptores afectados de forma atropellada y vil por parte de DirecTV (?).

Simplemente que estamos viendo que la tal empresa Scale Capital S.A., la cual cambia de nombre el 13 de octubre último, “para el servicio en Venezuela”, por el de “Simple TV”, decide, a partir de allí, insistiendo en que nada tiene que ver con DirecTV (para nosotros ambas firmas son la misma vaina, pues en el capitalismo, la figura de las interpuestas personas son una realidad inocultable, para engañar e intentar evadir responsabilidades), diseñar y armar otra argucia para seguir estafándonos, al parecer, a espaldas de Conatel (queremos creer que es así), por la vía de, a través de los distintos planes de programación que ha diseñado, restringir la posibilidad de obtener, para el caso del Plan Básico, que es el que hemos optado nosotros por contratar, de solamente un solo decodificador. En ese Plan, “Simple TV” NO ADMITE que el suscriptor pueda obtener otros decodificadores, más allá de observar que no son de gratis (por cada equipo se paga un alquiler).

Oficiosamente, hemos recibido la información de que, efectivamente, para lograr más decodificadores quienes contraten el Plan Básico deben, por cada uno de esos equipos que requiera, contratar otra suscripción del servicio y nos agregó la fuente, lo que a todas luces no es otra cosa que una nueva y muy perversa estafa que nos siguen haciendo estas empresas prestadoras de tan vital servicio, que tal condición no es más que “una medida de previsión” de la nueva empresa, pues maneja la muy real posibilidad de que la mayoría de los que hemos sido suscriptores de DirecTV, migremos al Plan Básico, que no obstante ser bien caro (Bs. 778.331,50), no lo es tanto si lo comparamos con los restantes, Byte (Bs. 3.113.326,0), Giga (Bs. 17.548.075,50) y Tera (Bs. 30.221.685,59), los que, como vemos, son brutalmente onerosos, por lo que  Conatel, si acaso desconoce  esta patraña de “Simple TV”, que, por favor, tome cartas sobre el asunto y prohíba semejante plan de esta “nueva“ prestadora de servicios de señal de TV, con el que no sólo intenta, sino que ya lo puso en marcha, lo que es una “ingeniosa” fórmula para  seguir estafándonos.

Y terminamos haciéndonos esta pregunta:

¿ Cómo hacemos para que DirecTV, nos resarza el daño que nos causó a más de dos millones de suscriptores de sus servicios de televisión, dejándonos sin el mismo, sin que mediara el previo aviso, así como tampoco el plan que debió haber contemplado para compensar el perjuicio que finalmente nos ocasionó: Varios meses sin televisión ?

No sabemos si ello es posible, aun cuando creemos ver la posibilidad de que lo sea, cuando leemos en la sentencia aludida del TSJ, que allí se ordena la remisión de la Sentencia, en copia certificada, al Ministerio Público, a fin de que  determine las responsabilidades penales a que hubiere lugar, de donde podemos colegir que es perfectamente esperable, que igualmente pueda prosperar una demanda por daños y perjuicios contra los dueños de DirecTV, que le ordenaron a su Gerencia mayor, suspender los servicios en nuestro país, en beneficio de la inmensa masa de venezolanos, muchos de los cuales tenían en esa señal, el único motivo de esparcimiento y distracciçon, más aún en momentos como los que hemos estado viviendo durante casi todo este año, encerrados en casita para evitar contagiarnos con la mortal pandemia del Covid19. 

Ya para concluir, cerramos la nota reiterando la urgente necesidad que tenemos en Revolución de meterle la mano, los más pronto que se pueda, a nuestro Proyecto TDH, colocarlo en la relación de los de mayor prioridad, pues no podemos seguir atados a los servicios que prestan, en área tan vital, factores extranjeros del neoliberalismo que no tenemos duda alguna que son nuestros mayores enemigos. Es preciso potenciar ese proyecto y ampliar su cobertura, de manera que nuestra CANTV esté en capacidad de ofrecer el servicio al mayor número de venezolanos en todo el país. Sería terrible e inexplicable que lo dejáramos engavetado, pues se trata del único proyecto en materia de comunicaciones que ha sido diseñado al servicio del pueblo, al que la Revolución debe ponerle el alma, pues no vemos ningún otro que nos permita visualizar a corto plazo y con absoluta certeza, la televisión que demanda nuestra Revolución, como requisito indispensable, en su decisión irreversible de construir el socialismo del Siglo XXI…

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