Por @OmarGamboa, publicada originalmente en @ELTIEMPO
El 2021 entró con toda y ya nos sorprendió. En la primera semana ya nos mostró nuevas escenas que parecen de película, con el Capitolio en Washington invadido por turbas enfurecidas, por decir lo menos.
Como consecuencia de eso, las principales plataformas sociales tecnológicas suspendieron las cuentas de Donald Trump, empezando por Twitter. Muchos se han alegrado (yo estoy entre esos) y otros se han preocupado porque esto significa (para ellos) el principio de la censura indiscriminada.
“Se da cuenta lo que está en juego? LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN DE TODA LA JODIDA HUMANIDAD, si banean al hombre más poderoso de la tierra, qué cree que pueden hacer con todos nosotros? La dictadura de las big techs!“, escribió alguien en un grupo de Facebook. Lo que me parece curioso es que para mí estaba más cerca de ser dictadura la presidencia de Trump que lo que vemos ahora por parte de las redes sociales.
Creo que Twitter se estaba demorando mucho en tomar esa decisión, pero también hay que reconocer que el tipo era el presidente de USA y no hay nada más peligroso que un ignorante con poder. Por eso nadie se le enfrentaba, excepto los chinos y Putin, que también tienen poder. Pero en el momento en que se supo que no seguiría de presidente fue que les entró el valor a los dueños de Twitter y de Facebook. Si hubiese sido reelegido, Trump habría durado otros cuatro años haciendo lo que se le antoja, como venía pasando desde 2017.
Digamos las cosas como son: Trump es un tipo grosero, tosco, lo que en Colombia llamamos “gamín”. Trump es el bully más famoso del planeta y duró cuatro años siéndolo en el cargo más famoso del planeta. Menos mal ese capítulo ya se está cerrando. Casualmente esta mañana Facebook me recordó un video que compartí hace cuatro años mostrando la manera en que Trump habla de sus hijas. Es vergonzoso. Acá pueden ver el video si quieren.
Estas son las características de un niño “bully”, según la Universidad Internacional de Valencia (copio). Cualquier parecido…
- Personalidad irritable y agresiva.
- Bajo autocontrol.
- Ausencia de empatía.
- Tendencia a las conductas violentas y amenazantes.
- Impulsivo.
- Su rendimiento académico suele ser bajo. En ocasiones es algo mayor que el resto de la clase por haber repetido uno o varios cursos.
- Su comportamiento en el aula se caracteriza por las salidas de tono, las bromas fuera de lugar e incluso actitudes desafiantes frente a profesores y compañeros.
- Físicamente fuerte.
- Asume el rol de líder ante un grupo de alumnos de características psicológicas parecidas o que buscan reconocimiento e integración en el grupo.
Claro, Trump hizo pataleta como buen bully. Como lo sacaron de Twitter, ahora dice que va a crear su propia red social. “Pues si no me prestan el balón pues me voy a comprar otro porque mi papá tiene plata y es mejor que ustedes”. Puro chino chiquito con plata.
Bueno pero, ¿entonces censuraron a Trump o no?
Una de las definiciones de censura es “el uso del poder para quitar la libertad de expresión”. Y bajo ese mal entendido derecho a expresarse libremente es que muchas personas abusan de lo que dicen, sin importar a quién dañan o cómo lo afectan. Twitter está lleno de eso y muchos hemos sido víctimas de ese tipo de personas que confunden la libertad de expresión con el abuso.
Una cosa es no permitir expresarte y otra muy diferente maltratar a alguien o incitar a la violencia. Tú tienes todo el derecho a expresar tus ideas pero eso no significa que puedas hacerlo en un grafiti en la pared de la alcaldía de tu ciudad. Tú y yo podemos pensar diferente y podemos discutirlo, pero en el momento en que alguno de los dos ofenda al otro la discusión se acaba.
Lo que hicieron Twitter y Facebook no es censura. Es aplicar las reglas de la comunidad. Simple. Creo que se nos ha ido la mano con eso de la libertad de expresión y la tolerancia. Es irónico que por un lado nos reprimamos a alguien que dijo “todos” y le faltó el “todas”, pero protestemos porque a Trump le quitaron los tweets en que les dice a sus seguidores que vayan a asaltar el Capitolio. Es como si alguien en Colombia incitara a la gente vía Twitter para que bloqueen TransMilenio, perjudicando a los miles de ciudadanos que necesitan ir a trabajar. Opina lo que quieras, pero respeta la opinión de los demás y no incites la violencia.
Hay una cosa llamada “La paradoja de la Tolerancia”, planteada en 1945 por el filósofo austriaco Karl Popper. Copio la definición:
La paradoja declara que si una sociedad es ilimitadamente tolerante, su capacidad de ser tolerante finalmente será reducida o destruida por los intolerantes. Popper concluyó que, aunque parece paradójico, para mantener una sociedad tolerante la sociedad tiene que ser intolerante con la intolerancia.
Muchos están preocupados por el poder que tienen Facebook y Twitter. Pues… amigos, ese poder es gracias a nosotros, los usuarios. Si dejamos de usarlas, pierden relevancia, pierden poder. Por eso no estamos rasgándonos las vestiduras de que le hayan cerrado la cuenta en Snapchat o en Twitch (sí, allá también le quitaron acceso). Muchos ni saben qué es Twitch. Nadie acá anda sufriendo porque les “quitaron” libertad de expresión cuando cerraron Google +.
Hay algo que debemos tener claro y es que ni Twitter ni Facebook (ni ninguna red social) son servicios públicos, ni son un derecho humano. Nadie le está diciendo a Trump que no puede hablar, simplemente, si quiere seguir incitando a la violencia, hágalo en otro lado. Yo puedo ser muy querido, muy amable y muy tolerante, pero si vienes a ser grosero a mi casa y a poner a mis primos en contra de mis tías, pues te vas. Te vas y no vuelves.
La ñapa: Si andas preocupado por la información que te está “robando” Whatsapp, pues no la compartas, o busca otras maneras de hacerla llegar. Si te consideras tan importante que te preocupa que te lean las conversaciones o te roben las ideas millonarias, pues pégale una llamada a tu socio o compártelas por otro lado. Todas las plataformas, al menos las que son “gratis”, tienen que vivir de algo, de algún lado tiene que salir la plata. No te están robando ideas, están perfilándote para que luego una marca pueda ofrecerte sus productos o servicios. Pero dejó ahí porque esa discusión también es larga, quizás para otro Marmotazo.
La otra ñapa: Feliz 2021 para todos. Estamos pasando por tiempos complicados, pandemias y cuarentenas, pero poco a poco vamos saliendo. Ya empezamos a ver la luz. Personalmente le di un vuelco a mi enfoque profesional, haciendo todo virtual y construyendo mi marca personal, con muy buenos resultados. Pero de eso mejor les hablo en otra entrada, les contaré lo que he hecho y lo que me ha servido.
Ahora sí, ¡Chau!