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¿Hacia dónde va esto?

PorFelipe Tascón Recio

May 14, 2021

Por decirlo de forma elegante, el paro nacional es bicéfalo. Una cabeza el Comité del Paro, la jerarquía sindical organizada que lo convocó cuando supo leer el descontento acumulado y lo madura que venía la protesta. Además, la cabeza de la lucha callejera, la juventud popular en las primeras líneas que soporta las barricadas con apoyo de la retaguardia barrial, en el país, con particular fuerza en Cali y el Valle del Cauca, la cual empieza a darse una incipiente organización.

Esta diversidad le da la fuerza al paro, pero al tiempo puede ser bumerán contra sus metas. Para avanzar se necesitan estas dos cabezas coordinadas y respetándose. Para lograr sinergia se necesita una lectura común del momento histórico que estamos viviendo, no se trata de la negociación tradicional de un pliego laboral, tampoco es la revolución anticapitalista. En las calles inicio una protesta pacífica del pueblo cansado de un régimen que lo esquilma con impuestos, reforma a la salud, laboral, y pensional etc.. Pero esto tumba al régimen uribista.

¿Qué particularidad da pie a la violencia exponencial, con que responde el régimen? La hegemonía política en Colombia es la alianza entre tres clases sociales: 1. Los empresarios financieros nacionales y foráneos; 2. Los grandes terratenientes filo-feudales; y 3. Los empresarios de la cocaína. El poder es de una alianza triple entre feudo, narcotráfico y neoliberalismo, y este combo solo sabe gobernar con guerra.  

En quince días la población urbana ha conocido lo cotidiano del campo. La alianza del poder usa 1° La represión con paracos, militares y policiales, solo que ahora las masacres no son rurales, sino que las ejecuta en el pavimento. 2° La guerra económica, que en el campo va de retención de remesas, en lo urbano incluye despidos de marchantes y sobre todo el bloqueo a la entrada de alimentos, medicina y gasolina, y a la recogida de basuras, busca enfrentar “pueblo contra el pueblo”, para deslegitimar la protesta social. Y 3° La herramienta ideológica, mentiras y rumores a granel en los medios y a través de sus bodegas informáticas, así en este país feliz no hay hambre por ende la causa tiene que ser externa, los culpables son todo el catalogo de “chicos malos” de Colombia y el planeta.

Focalizar la represión en la Guardia Indígena no es solo racismo, los Nasa en estos días fueron claves en el principio de organización de las barricadas. Mientras, generalizar contra «Ciudad Jardín» es errado y peligroso, es cierto ahí hay traquetos, pero la mayoría de la comuna 22 es clase media alta profesional en medicina, derecho, ingeniería, catedra universitaria, etc., son gente igual afectados por el paquete uribista y deben ser nuestros aliados.

Uribe se está cayendo, y sus zarpazos siempre serán asesinos. Ayer cuando el régimen “barrió” Sameco, una señora nos dijo que “todo sería en vano”, le contesté que era hora de mover la estrategia ¿de qué sirve la juventud popular muerta? ¿acaso la meta es que sus nombres reemplacen a Belalcázar?, No, a la juventud de esta pelea, el futuro les necesita para construir el nuevo país desde el 2022, por eso las barricadas deben dar paso a manifestaciones masivas, el régimen nunca tendrá paracos suficientes para masacrar millones protestando. En paralelo una negociación, cuya meta es una sola: derrumbar los cimientos económicos del régimen.

En guerra Uribe y su régimen conservan el poder, en paz ganamos nosotros el pueblo.

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