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CELAC: Desafíos de una integración plurinacional

PorItzamná Ollantay

Sep 22, 2021

El Continente de Abya Yala (América) vivió y vive diferentes procesos de esfuerzos de integración. A la llegada de los europeos, según registros de los invasores, por el Caribe y por el Pacífico, fluían, en diferentes direcciones, embarcaciones cargadas de productos y personas.

No existe registro de guerras sangrientas (como las guerras mundiales) entre aztecas, mayas, chipchas, aymaras, quechuas, guaranís…. Estos pueblos, coexistían, se interrelacionaban, sin la mediación de sentimientos de venganza. No eran monoteístas. Por tanto, no buscaban construir/imponer un solo poder, o una sola verdad política, ni religiosa, unos sobre otros. El carácter plurinacional del Tawantinsuyo es un referencia fehaciente de esto.

Con la imposición de las jurisdicciones/territorios coloniales, a partir del siglo XVI, diseccionando pueblos, en Abya Yala se levantaron las vigiladas fronteras políticas vigentes hasta hoy. Desde entonces, mayas del lado de Guatemala miran y tratan como extranjeros a mayas que viven en Honduras, México o Belice. Ocurre lo mismo en Bolivia, Perú, Argentina… donde aymaras, quechuas, guaranís llaman extranjero a sus hermanos y hermanas de sangre sólo porque los estados naciones modernos los dejaron al otro lado de la frontera.

Desde el siglo XX, los diferentes estados naciones (35 en total) que conforman el Continente de Abya Yala, hicieron y hacer diversos esfuerzos por la integración subregional, regional y continental. OEA, CAN, MERCOSUR, SICA, UNASUR, CELAC… son acrónimos de algunos de esos esfuerzos.

Estos y otros esfuerzos de integración, en buena medida, fueron y son comerciales. Es decir, para facilitar la libre circulación de las mercancías, con algunos aditamentos incipientes para la libre circulación de sus ciudadanos.

El último esfuerzo continental de integración de estados (sin EEUU, ni Canadá) es la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), creado en 2010, en el auge de “gobiernos progresistas” en la región, torpedeado por los recientes gobiernos restauradores del sistema neoliberal pro norteamericanos.  

CELAC acaba de celebrar, el 18 de septiembre reciente, en México, su VI Cumbre, y le inyecta esperanzas al Continente que sueña con una integración integral y soberana. Necesitamos volver a ser hermanos y hermanas los pueblos que subsistimos diseccionados/enfrentados dentro de los cercos fronterizos de los estados naciones criollos y mestizos.

La creación del fondo común para emergencias climáticas, la decisión de enfrentar en conjunto y en solidaridad la pandemia, la apuesta por la soberanía tecnológica regional, o el rechazo a la usurpación territorial y bloqueos económicos que sufren algunos países de la región, fueron algunos de los importantes acuerdos de la VI Cumbre de la CELAC.

Necesario superar la filosofía mercantilista que busca la integración continental para la libre circulación del dinero y de mercancías. Al contrario, estos flujos necesitan mayor control. Necesitamos integración continental de pueblos integrando/tejiendo sistemas económicos, políticos, culturales subsistentes y diferentes.

Para la integración continental de los pueblos necesitamos que los bicentenarios estados criollo mestizos acepten el carácter plurinacional de los diferentes países. Este reconocimiento implica la restauración/restitución de la continuidad territorial de los pueblos originarios diseccionados en y por diferentes países.

Mientras los quechuas estemos descuartizados como pueblo, sin ningún consentimiento, entre los estados de Perú, Bolivia, Argentina, Ecuador, Chile…, no es coherente, ni honesto, hablar de integración continental. Lo mismo se espera para los diferentes pueblos que fueron y son diseccionados entre diferentes países del Continente.

La integración continental que impulsa la CELAC será integral y sostenible únicamente si se materializa a nivel de los países que la integran el carácter plurinacional de los estados. De lo contrario, siguiendo los modelos de integración europea o norteamericana, los esfuerzos de la CELAC será una integración colonial patronal para crear un mercado continental, así vender sus productos y cautivar un mercado de más de 500 millones de consumidores potenciales.

Sobre el autor

Itzamná Ollantay

Ollantay Itzamná. Quechua. Defensor de derechos y la dignidad de la Madre Tierra. De formación occidental abogado constitucionalista, teólogo. Microcampesino por opción, e investigador social en asunto de Abya Yala.

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