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Camilo Torres: Lo fundamental es que la clase popular se unifique, se organice y decida

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PorRosalba Alarcón Peña

Oct 17, 2021

Con la intención de dar a conocer los esfuerzos realizados por personajes nacionales e internacionales a favor de la paz de Colombia, y de contar la historia a través de diferentes textos, AlCarajoOrg publicará libros y textos que aproximan de forma verídica la lucha de la sociedad colombiana por lograr la paz en el país suramericano.

Empezamos este ejercicio con el Sociólogo, maestro, padre y revolucionario Camilo Torres, libro de la Universidad Nacional de Colombia, que será publicado en su totalidad en diferentes artículos, que recoge la esencia de sus planteamientos en sus aportes más importantes a la percepción de temas que aún siguen siendo vigentes por el alcance de los objetivos que estos se fijan en el orden espiritual, social, económico y político.

Lo fundamental es que la clase popular se unifique, se organice y decida

Camilo percibe los cambios sucedidos en razón de las políticas que se estaban impulsando y lo que ello genera en la conciencia de las clases trabajadoras y populares. Para él los programas de acción comunal oficiales y privados, la asistencia técnica aportada por la reforma agraria y otros programas oficiales han ayudado a despertar, con la conciencia de las propias necesidades, la conciencia de clase. Es absolutamente claro en Camilo que lo que define la conciencia de clase es la conciencia que se tenga de las propias necesidades y no el discurso aprendido en los recetarios de la “revolución”, ideologizado y sectariamente politizado, recitado de manera autómata sin ningún arraigo en las necesidades y urgencias de los sectores populares. Pero más allá de la identificación del hambre que se padece, para Camilo es determinante la ruta que se sigue para superar la necesidad y por eso no duda en afirmar que las clases populares han comenzado a formar hábitos de organización y autogestión de las comunidades.

La crítica de Camilo a la izquierda es profunda y directa, proviene de la percepción de la cultura política popular que es la que explica el porqué de la no participación institucional en escenarios en donde se sustenta la democracia. La clase popular parece desilusionada de los sistemas democráticos electorales y por eso se abstiene en los comicios. No se considera representada por dirigentes de izquierda, cuya problemática aparece desadaptada y cuyos intereses se revelan muchas veces como egoístas. La clase popular, cada vez más, confía en sí misma y desconfía de los elementos de las otras clases.

Poco se ha prestado atención a las preocupaciones de Camilo sobre las calidades de los liderazgos y de las dirigencias políticas de izquierda; y sobre el papel que deben jugar los intelectuales en los procesos de cambio. Sus críticas parecen construidas hace cincuenta años para una generación que no se ha podido encontrar con el país en la defunción de sus compromisos, pero que sobre todo no se ha encontrado con la elaboración de un enfoque político pertinente para el desarrollo de la acción política, en un presente que se trasforma permanentemente. De ahí la vigencia del reclamo de Camilo, cuando afirma: es necesario que los intelectuales que quieran el bien de esta clase popular tomen conciencia de su responsabilidad en la coyuntura política social del momento. El pueblo necesita objetivos nacionales y concretos de desarrollo socio-económico. El pueblo necesita la unidad en torno a fases técnicas y racionales. El pueblo necesita un equipo de líderes cuya problemática sea esencialmente realista y adaptada a las circunstancias concretas colombianas. Líderes que sean capaces de abandonar todo personalismo para la consecución de un ideal científico. Líderes que sean capaces de abandonar todo elemento sentimental y tradicional que no esté justificado por la técnica. Líderes que sean capaces de prescindir de los elementos filosóficos y normativos, no en su vida personal ni en sus objetivos últimos, pero sí en cuanto esos representan elementos disociadores entre todos aquellos que buscan una acción concreta y científicamente justificada a favor de las mayorías y a favor del país. Líderes que sean capaces de prescindir de los esquemas teóricos importados y utilicen sus capacidades en buscar los caminos colombianos, para una transformación definitiva y sólida de nuestras instituciones.

Esa carencia de una práctica política pertinente es la que ha impedido que la inconformidad de los sectores sociales y populares adquiera las formas de organización que posibilitan convertirse en fuerza política y en alternativa de poder. Para Camilo, pese a que el pueblo colombiano tiene una gran inconformidad que se ha visto frustrada, el pueblo siempre ha seguido anhelando una guía para transformar las instituciones del país. Y esa guía no se le ha mostrado en una forma que responda totalmente a ese anhelo. Una forma de encauzar su descontento, no solamente dentro de un partido, dentro de una ideología, sino en una forma amplia alrededor de algunos principios concretos de carácter más positivo que especulativo.

La prioridad de Camilo en el avance de la lucha política se centra en tres aspectos esenciales que han de definir su hoja de ruta y que aún constituyen partes de los desencuentros de la izquierda del siglo xx, al menos en nuestro país, y no con pocas dificultades en otros países de América Latina. Estos aspectos son: 1, construir una unidad sólida de las organizaciones sociales y los sectores populares en relación con propósitos comunes; 2, definir las formas de organización pertinentes para la gestión de la práctica política; y 3, subordinar el interés personal al interés colectivo. Es en ese sentido que Camilo afirma como urgencia que lo más importante es que nosotros logremos que las mayorías se organicen, se unifiquen y puedan presionar para obtener las decisiones necesarias a favor de los intereses mayoritarios. Y agrega: el día que logremos nosotros que las mayorías se unifiquen, se organicen con objetivos concretos, y produzcan las decisiones, ese día tendremos una auténtica democracia.

Sobre el autor

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Rosalba Alarcón Peña

Rosalba Alarcón Peña, periodista y Defensora de Derechos Humanos, directora del portal web alcarajo.org y la Corporación Puentes de Paz "voces para la vida". Además, analista y columnista del conflicto armado de su país natal (Colombia) en medios internacionales. Redes sociales. Twitter: @RosalbaAP_ Facebook. Rosalba Alarcón Peña Contacto: rosalba@alcarajo.org

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