El abuso y explotación infantil se disparó casi a la mitad (44%) entre octubre de 2020 y octubre de 2021, de 3.913 a 5.621 casos.
LÍBANO| En el más reciente informe de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alerta al mundo que más del 80 % de los niños en Líbano sufren pobreza multidimensional, además de la violencia física, emocional o sexual.
“1,8 millones de niños (más del 80 %) están experimentando pobreza multidimensional en comparación con alrededor de 900.000 en 2019, y corren el riesgo de ser forzados a cometer abusos con el trabajo infantil o matrimonio infantil para ayudar a sus familias a llevar a fin de semana”.
Según el informe, el número de casos de abuso y explotación infantil se disparó casi a la mitad (44%) entre octubre de 2020 y octubre de 2021, de 3.913 a 5.621 casos.
El trabajo infantil aumentó, el 12% de las familias enviaron al menos a un niño a trabajar. “Niños de tan solo 6 años trabajan ahora en granjas, en las calles venden combustible ilegal, lo que pone en riesgo de sufrir quemaduras graves e incluso la muerte”.
Las niñas corren el riesgo de ser casadas por familias, una de cada cinco niñas sirias entre 15 y 19 años están casadas.
El maltrato doméstico aumentó 14% en solo tres años. En el 2018 estaba en 21 % y para el 2020, está en 35%.
Esta violencia multidimensional ha generado problemas en la salud mental en los jóvenes, pues en las entrevistas realizadas en septiembre de 2021 por la UNICEF, a adolescentes de 15 a 24 años arrojó que uno de cada cuatro manifestó sentirse deprimido.
Para Najaty Maalla Majid, representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas sobre la violencia contra los niños “La crisis del Líbano amenaza el presente y el futuro de millones de niños. Asegurar su protección contra el abuso, daño y violencia y salvaguardar sus derechos son más necesarios que nunca”.
«La seguridad y el bienestar de los niños están íntimamente conectados con todos los pilares de una sociedad que funcione bien», dijo Yulie Mokuo, Representante de UNICEF, en el Líbano, Asegura que, «se neceista una aldea (comida, vivienda, atención médica, educación regular, familias prósperas y servicios e instituciones sociales que funcionen) para ayidar a los niños a crecer liberes de daños. Cuando la sociedad comienza a desmoronarse, los niños quedan extremadamente vulnerables al abuso, la violencia y la explotación».