Con la intención de dar a conocer los esfuerzos realizados por personajes nacionales e internacionales a favor de la paz de Colombia, y de contar la historia a través de diferentes textos, AlCarajoOrg publicará libros y textos que aproximan de forma verídica la lucha de la sociedad colombiana por lograr la paz en el país suramericano.
Empezamos este ejercicio con el Sociólogo, maestro, padre y revolucionario Camilo Torres, libro de la Universidad Nacional de Colombia, “La Sonrisa de la Esperanza” que será publicado en su totalidad en diferentes artículos, que recoge la esencia de sus planteamientos en sus aportes más importantes a la percepción de temas que aún siguen siendo vigentes por el alcance de los objetivos que estos se fijan en el orden espiritual, social, económico y político.
Introducción
Esta conmemoración se da en una coyuntura muy particular: el avance de las conversaciones de paz del gobierno nacional con la insurgencia de las farc-ep y el desarrollo de la fase exploratoria de conversaciones con el eln. El tema de la paz ocupa la agenda nacional. Después de más de sesenta años de conflicto armado, parece tener eco y resonancia en la insurgencia y en el gobierno nacional el clamor nacional de paz hecho por distintos sectores de la sociedad colombiana, a través de diferentes eventos y las más diversas manifestaciones populares y sociales.
Convocar la figura y el pensamiento de Camilo Torres Restrepo resulta no solo pertinente, sino necesario, en esta fase de incertidumbres y búsquedas de imaginarios de unidad y de posibilidades de organización política para abordar la fase de un posible posconflicto cargado de movilización social y política, y de posibilidades democráticas para que sectores tradicionalmente excluidos puedan convertirse, en distintos territorios y a diferentes niveles, en auténticas alternativas de poder. Eso si y solo si pueden encontrarse en un proceso unitario en el que se reconozca y respete la diferencia, y se fijen propósitos comunes en el marco de procesos
de corto, mediano y largo alcance, en los que adquieran forma y realidad histórica las expresiones del poder popular y ciudadano en torno a agendas reivindicativas y plataformas políticas esenciales.
Esa es una idea central del pensamiento de Camilo Torres Restrepo, en el periodo que precede a su incorporación al eln, por la cual se movilizó en todo el país, encontrando importantes respaldos. Pero, igualmente, abrumadoras y desesperanzadoras expresiones de dogmatismo y sectarismo político de las izquierdas tradicionales, que no permitieron que la idea germinara y se consolidara en un gran movimiento social y político de raigambre popular. El concepto de unidad y la necesidad de un Frente Unido del Pueblo, en torno a una plataforma de lucha social y política, fueron en su momento, y siguen siendo aún, un componente del pensamiento de Camilo profundamente válido.
Han pasado cincuenta años y el desarrollo de la confrontación social y política ha dejado una estela de tragedia, terror y muerte. La sociedad colombiana tiene la responsabilidad y obligación de salir de la confrontación. Y la izquierda, los movimientos sociales y políticos, las distintas poblaciones y las gentes que habitan todos los territorios tienen el compromiso de construirse desde una perspectiva política. La cual coloca en el centro del proceso de reconstrucción del país la tarea central de trabajar por la unidad y la organización de los sectores populares; en el marco de una práctica política renovada y vigorosa, con el suficiente músculo unitario para convertirse en alternativa de poder. La necesidad de organizar y potenciar la capacidad de participación y de construcción de escenarios de poder social y popular, en el marco de una democracia renovada y trasformada por nuevos modelos de gobierno, gobernabilidad y gobernanza, hace parte de los imaginarios de Camilo. Lo cual hoy es necesario recuperar para que los sectores populares protagonicen en los diversos territorios los procesos de cambio que se requieren para construirse en “dignidad”, conforme lo soñó Camilo.
La Violencia, el Frente Nacional y la paz
Camilo vivió un periodo muy parecido al que hemos vivido en las últimas décadas y al que nos aprestamos a vivir, si el proceso de solución política integral al conflicto armado llega a un acuerdo de finalización. Si se dan cuenta, las dos primeras etapas de la vida de Camilo se dieron en el marco de: la violencia interpartidista; el desarrollo de las guerrillas liberales; la dictadura militar de Gustavo Rojas Pinilla; la amnistía y la desmovilización parcial de las guerrillas; y el pacto de impunidad de las élites liberal y conservadora
que se consolida en el Frente Nacional.
Las dos siguientes etapas se dan en el marco de lo que se denominaría hoy: la transición y el posconflicto. Las cuales se corresponden con las administraciones de Alberto Lleras Camargo y Guillermo León Valencia.
El Gobierno de Lleras Camargo, denominado el gobierno de la restauración nacional, se fijó tres objetivos centrales en el periodo de transición y consolidación de las instituciones frentenacionalistas: primero, encontrar un modelo político de colaboración bipartidista en todas las ramas del poder público, capaz de eliminar la confrontación burocrática entre las dos colectividades históricas; segundo, erradicar la persistente violencia política en las áreas rurales del país, primordialmente en los departamentos del Valle del Cauca, Caldas, Tolima, Huila y Cauca; y tercero, hacer ajustes estructurales que posibiliten superar las crisis sociales y económicas, además de ajustar el modelo a las necesidades del desarrollo capitalista.
En el gobierno de Guillermo León Valencia, llamado equivocadamente el presidente de la paz, reivindicado por su nieta Paloma Valencia, hoy senadora de la república por el Centro Democrático —de quien se conoce su posición frente a los diálogos que actualmente cursan en la Habana entre el gobierno nacional y las farc—, se desarrollaron los operativos que dieron origen a la operación Marquetalia y por esa vía a las farc.Es en estos dos gobiernos de transición y posconflicto en donde se van generando las condiciones para que se inicie la nueva fase de guerra que actualmente se busca cerrar; lo cual, si no se hace de manera correcta, será la puerta de entrada a un nuevo ciclo de violencia. Quiero señalar algunos elementos que nos permiten comparar el momento de Camilo con el momento actual y llamar la atención sobre los riesgos de un posconflicto mal desarrollado, como lo fue el del Frente Nacional, pero lo quiero hacer en el marco de la vigencia del pensamiento de Camilo Torres Restrepo.