El conflicto en Arauca es histórico, no es una guerra entre bandas por mafias, señaló el defensor de derechos humanos, Juan Carlos Torres Rosa.
COLOMBIA | En el foro ¿Qué está pasando en Arauca? realizado por el Espectador, el representante de la Fundación de derechos humanos Joel Sierra, Juan Carlos Torres Rosa, fue enfático al señalar, que lo que está pasando en el departamento de Arauca, es producto del conflicto social, armado y político que tiene causas estructurales.
“Arauca está ligado a exfoliar los bienes de la naturaleza principalmente, el tema del petróleo, y esa pretensión tiene al mundo imperial y a la oligarquía colombiana, su afán injerencistas e intervencionistas en la hermana República de Venezuela, porque tenemos una de las fronteras más extensas; por eso está todo el tema de la militarización, y los afanes de paramilitarización”.
Según Torres, esta tarea la estaría cumpliendo muy bien las llamadas disidencias de las Farc, quienes no atacan directamente a los campamentos del ELN, sino a las organizaciones sociales y población civil, respondiendo el objetivo de estas estructuras, realizar el accionar paramilitar que es, perseguir, criminalizan al tejido social, generar el mayor de temor posible, y por eso los métodos que utilizan. Por lo que calificó de demencial, que los frentes 10, 45 y 28 hayan colocado un carro bomba en el edificio histórico y emblemático de las organizaciones de Arauca, donde se sabía que habían más de 50 defensores desarrollando talleres de derechos humanos, de protección y autoprotección.
“Luego Antonio Medina sale a reconocer el hecho y a vincular la dirigencia social con el Ejército de Liberación Nacional, lo que queremos relevar, no se trata de un enfrentamiento entre bandas por mafias, se trata del conflicto social y armado que desangra al país; y se trata de paramilitarizar el territorio”.
El defensor de derechos humanos se refirió a las denominadas zonas de intervención estrategia o zonas futuro, y aclaró que estas estaban ya diseñadas para llevar más fuerza pública, crear estaciones de policía en la Esmeralda, Puerto Jodan, Puerto Contreras; eso no es nuevo, ni a lo que está pasando hoy en Arauca.