Aleksandar Vucic, denuncia que hay una «hipocresía patológica» que está «por todas partes» desde un punto de vista legal.
SERBIA | El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic se niega a sancionar al gobierno ruso en medio del aluvión de críticas por su postura y la presión económica de Europa y Estados Unidos.
En una entrevista otorgada a la TV Pink, Vucic recordó que Moscú siempre ha apoyado la integridad territorial de Serbia desde el 2001, y enfatizó que el trabajo de él “no es poner en peligro a Serbia”. Por el contrario, busca el beneficio de sus propios ciudadanos realizando acuerdos con Rusia sobre el suministro de gas.
«No le dijimos a nadie que apagaríamos la calefacción, o que no se bañaran, o que no habría trigo ni maíz», subrayó, en referencia a las declaraciones de políticos europeos que han aconsejado a la población que moderen sus baños o el consumo de la electricidad para «disgustar a Putin».
Vucic denunció que se enfrentan a una «hipocresía patológica» que está «por todas partes» desde un punto de vista legal, de tal forma que quienes acusan a Serbia de tener las manos manchadas de sangre por mantener abiertas sus comunicaciones aéreas con Rusia en medio de su ofensiva militar en Ucrania deberían avergonzarse.
También recordó que la resolución 1244 de la ONU prohíbe enviar armas a Kosovo, donde está prevista la presencia de una sola fuerza militar que pretende garantizar la estabilidad en la región, la KFOR, liderada por la OTAN. Sin embargo, «no solo los británicos los están armando, sino que también los estadounidenses y los turcos están entrenando a los pilotos», indicó Vucic, que denuncian la militarización de la región más allá del apoyo al contingente
El presidente serbio reprochó la tendencia de la cancelación de la cultura rusa, en particular de sus clásicos y grandes figuras históricas, como Dostoyevski, Tchaikovski o el mariscal soviético Zhúkov. «¿Deberíamos deshacernos de Shakespeare porque los británicos envían armas a los albaneses?», se preguntó.
Al tiempo, cuestionó, si alguien ayudó a Serbia o canceló los vuelos cuando 19 países de la OTAN bombardearon al país durante su ofensiva en el territorio de la antigua Yugoslavia en 1999. «¿Es la vida serbia menos valiosa?».