Tras diferentes denuncias, el Secretario de Seguridad Humana de la Gobernación de Antioquia no hacen nada para acabar con el nexo paramilitar, asegura la comunidad.
COLOMBIA | Las comunidades campesinas de diferentes veredas de las zonas rurales de Remedios y Segovia, en el departamento de Antioquia denuncian el patrullaje de paramilitares y el Ejército Nacional de Colombia.
No se explican, cómo siguen operando el grupo narcoparamilitar del Clan del Golfo, también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), tras las diferentes denuncias de los retenes de este grupo armado, en El Aporriado, El Diamante, La Cachamera y la Ye, dirigidos por la estructura “Jorge Iván Arboleda Garcés”, de los paramilitares.
Pese a la denuncia de la existencia de estos retenes en la sesión de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República de Colombia, el pasado 17 de septiembre, persiste el retén ubicado en El Aporrido, casi 30 minutos de Segovia.
Según el medio de comunicación Análisis Urbano, la denuncia de la existencia de los retenes paramilitares e irregularidades de la Fuerza Pública con esta organización armada, se realizó ante el brigadier general Óscar Leonel Murillo Días, de la VII División, y el comandante de la policía de Antioquia, Coronel Daniel Horacio Mazo. Por lo que, la comunidad se pregunta ¿Por qué la “Seguridad del Estado” no ha actuado?
“Como lo habíamos denunciado, de nada ha servido, ni servirá, el Puesto de Mando Unificado –PMU- realizado por el Secretario de Seguridad Humana de la Gobernación de Antioquia, si al interior de la Fuerza Pública no se hacen los cambios trascendentales que permitan acabar con cualquier posible nexo que permita el avance paramilitar”. De acuerdo a Análisis Urbano.
Los paramilitares han asesinado varios líderes sociales en este departamento, entre ellos, se presume que son los responsables de haber secuestrado y posteriormente, asesinado al defensor de derechos humanos, Elmer Lenin Guerra, en el retén El Aporriado.
El avance paramilitar, prácticamente con el complot de la Fuerza Pública, pone en peligro a más de cuarenta veredas del municipio Remedios como: Altos de Manila-Cancha Manila, Anacoreto, Belén, Bominas, Cañaveral, Carrizal, Camelias, Camelias 2, Campo Bijao, Caño Tigre, Cristalina, Cruz Bajitales, Chorro Lindo, Chorro de Lágrimas, Dos Quebradas, El Carmen-Conocida como Rancho Quemao, El Piñal, El Popero, El Porvenir, El Puna, El Retiro, El Recreo, El Río, El Silencio, Juan Brad, La Argentina, La Ceiba, La Cruz, La Gorgona, La Sianurada, La Terminal, Las Palomas, Lejanías, Las Guaguas, Los Lagos, Maní Santana, Martaná, Mata Arriba, Mulatos, Ojos Claros, Otú, Panamá Nueve y caserío Mina Nueva, Paso de la Mula, Platanares, Plaza Nueva, Puerto Nuevo Ité (Coperativa), Quintana, Río Bagre, Santamarta, Ité, Y de Segovia: Campo Alegre, Cañaveral Chicamoqué, El Aporriado, El Bagre, El Cenizo, El Diamante, Helechales, Las Guaguas, Fraguas- Machuca, Mata, Manzanillo, Marmajito, Quebradona, Santa Isabel de Amará y la zona que el IGAC toma como Baldíos de la Nación.
Además, de incrementar el temor de los líderes sociales, defensores de Derechos Humanos y líderes comunitarios, por la práctica de exterminio, masacres, reclutamiento forzado, restricciones a la movilidad y desplazamientos que ejerce el paramilitarismo a la sociedad colombiana.