Hornos crematorios un arma de guerra utilizada por los paramilitares bajo la política de Seguridad Democrática del expresidente Álvaro Uribe Vélez.
COLOMBIA |El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, preso en la cárcel de Georgia (Estados Unidos), el pasado 11 de septiembre de 2023, en audiencia ante la Comisión de la Verdad de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), reconoció la responsabilidad de los paramilitares en el asesinato, incineración y desaparición de personas en hornos crematorios en el corregimiento de Juan Frio, zona rural del municipio Villa del Rosario Norte de Santander, frontera con Venezuela.
“La orden para desaparecer a las personas venía de la fuerza pública es la que nos da el Comandante Carlos Castaño” y admite Mancuso, que discutió con el fallecido Castaño porque, “la desaparición de los cuerpos de las victimas iba en contra vía a la lógica de guerra y del horror que ellos impartían, pues, debían dejar la escena del terror sobre el enemigo”.
Con la información otorgada por Mancuso, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UPBD), tras tres meses de excavación reveló los hornos completos de lo que era un antiguo trapiche para producir azúcar de panela que convirtieron para desaparecer cuerpos de personas asesinadas.
“Lo que estamos haciendo aquí es tratar un poco de reconstruir las áreas donde presumiblemente los cuerpos fueron dispuestos para ser sometidos a altas temperaturas y documentar la posibilidad de que aún puedan existir evidencia de ello”, informó Marlon Ayrton Sánchez, antropólogo forense de la UBPD y líder de la comisión que organizó la visita de las víctimas al lugar de investigación.
Según la UPBD, los antropólogos y medios forenses se enfocaron en la zona de los hornos crematorios en los que probablemente existan “estructuras óseas, piezas dentales o elementos procedentes de los cuerpos de personas dadas por desaparecidas”.
El exjefe paramilitar Mancuso en varias audiencias expresó que los paramilitares ayudaron en las dos campañas a la presidencia de Álvaro Uribe Vélez (2002-2006/2010), y asegura, que el bloque Catatumbo de las Autodefensas Unidas de Colombia llegó a esa zona en 1999 y tuvo funcionamiento los hornos crematorios desde el 2001 hasta el 2003.
El expresidente Álvaro Uribe Vélez llegó a la presidencia con el lema “mano dura, corazón grande” y aplicó la conocida ley de Seguridad Democrática que tiene a un centenar de militares de sus mandatos vinculados a la narcoparapolítica y los crímenes de Estado con los 6.402 falsos positivos donde asesinaron a personas civiles y los hicieron pasar por guerrilleros muertos en combate.
Mancuso, también aseguró que todas las actividades paramilitares bajo los mandatos de Uribe eran coordinadas junto a la Fuerza Pública (policía, Ejército Nacional…) donde participaron varios políticos reconocidos del país, nombres que entregó a la Comisión de la Verdad de manera reservada.
En el proceso de Justicia y Paz liderado por expresidente Álvaro Uribe presuntamente para desarmar a los paramilitares, se conoció que, Salvatore Mancuso habría dado la orden desaparecer a más de 1.000 personas; de estas el 25% habrían sido enterradas en fosas clandestinas y el 6% incineradas en hornos crematorios, que fueron construidos en ladrillo en varias zonas de Colombia y en territorios fronterizos.