Desde que el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció que lo comicios presidenciales quedaron pautados para el 28 de julio, varias figuras y organizaciones históricamente antivenezolanas se han pronunciado para desconocer el proceso y decir que los acuerdos se cumplieron de forma parcial.
Y sus expresiones van en línea con la idea que se intentó proyectar cuando se ratificó la inhabilitación política de María Corina Machado para ejercer funciones públicas: sin su participación se pone en duda la legalidad de las elecciones y queda en entredicho que en Venezuela se realicen sufragios justos y libres.
A continuación, exponemos lo que han dicho al respecto y cómo le atribuyen a Machado el supuesto liderazgo total de todos los partidos políticos que se definen como opositores:
Infobae reseña que una portavoz del Departamento de Estado de la administración de Joe Biden está preocupada por el anuncio del CNE de Venezuela sobre las elecciones de este año:
«Estados Unidos mantiene su compromiso con el diálogo constructivo y con unas elecciones competitivas e inclusivas, y hace un llamamiento a Nicolás Maduro y a sus representantes para que cumplan los compromisos recogidos en el acuerdo de la hoja de ruta electoral de Barbados», informa el medio, asumiendo el hecho de que, por haber ganado las primarias, Machado estaba obligada a participar, incluso aunque haya perpetrado delitos contra el Estado venezolano.
Por su parte, los senadores estadounidenses Marco Rubio, Dick Durbin, Bill Cassidy y Ben Cardin emitieron una declaración conjunta en la que argumentan que se deberían reimponer las sanciones al país porque no se están cumpliendo los Acuerdos de Barbados, chantaje que se aplicó a finales de enero cuando EE.UU. revocó una licencia general (la número 43) concedida a la empresa estatal de oro de Venezuela, Minerven:
“EE.UU. y la comunidad internacional deben reconocer la cruda realidad acerca del régimen criminal de Maduro y las elecciones que fueron recientemente anunciadas: las instituciones de Venezuela son actualmente incapaces —por diseño— de tener elecciones libres, justas y democráticas mientras los secuaces del narco-dictador que fueron cuidadosamente seleccionados por Maduro dirigen todos los aspectos del proceso, incluido el Consejo Nacional Electoral (CNE). Mientras la dictadura venezolana determina arbitrariamente quién puede o no puede postularse, en las llamadas elecciones el resultado simplemente favorecerá a Maduro. La candidata opositora María Corina Machado, a quien la mayoría de los votantes en la primarias de Venezuela eligieron como su candidata, tiene actualmente prohibido presentarse en los comicios presidenciales por la sencilla razón de que Maduro le tiene miedo a enfrentarla en un proceso verdaderamente democrático. Él sabe que los venezolanos votaron abrumadoramente por ella en su lucha colectiva de poder tener una vida libre de tiranía”, refiere el comunicado.
El senador republicano Rick Scott también se pronunció en esa misma línea en redes sociales: “He sido claro: Estados Unidos NO debería apoyar las elecciones en Venezuela a menos que se respete el derecho constitucional de María Corina Machado a estar en las boletas como candidata presidencial de la oposición venezolana y haya garantías de que las elecciones serán libres, justas y transparentes. La administración Biden debe mostrar su apoyo al pueblo de Venezuela y volver a imponer severas sanciones al régimen y detener de una vez por todas los esfuerzos de Maduro por permanecer en el poder”, publicó en X.
El grupo IDEA (Iniciativa Democrática de España y las Américas), conformado por 29 exjefes de Estado y de Gobierno, también enfatizó que desconocen por “antidemocráticas” las elecciones presidenciales convocadas para el domingo 28 de julio. A su juicio, en Venezuela no habrá elecciones justas, verificables y democráticas si no se reconocen los resultados de las elecciones primarias opositoras de 2023 y los Acuerdos de Barbados.
Publicado en Misión Verdad.