Serguéi Lavrov, Ministerio de Exteriores de Rusia
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ve signos de «desesperación» en las últimas declaraciones desde países occidentales que instan a autorizar el uso de armas estadounidenses en ataques ucranianos contra instalaciones situadas en el territorio de Rusia.
«Buscan impedir el fortalecimiento de Rusia, contener (…) fragmentar a Rusia. Es su objetivo estratégico (…) Esas conversaciones acusan cierta desesperación, el entendimiento de que no alcanzarán sus fines con los medios habituales, honestos, que se usan en el derecho internacional, incluso en períodos de hostilidades», declaró Serguéi Lavrov al canal de televisión Rossiya 1.
«Parece una agonía», agregó.
De acuerdo con Lavrov, la intención de Occidente era acabar con la influencia de Rusia en un territorio del que pretendía apropiarse.
«Planeaban crear allí bases militares, tanto terrestres como en el mar de Azov. Y, desde luego, tenían grandes pretensiones sobre Crimea», reveló. Lavrov, asimismo, destacó que el pueblo de Rusia atajó estos planes «con una cohesión sin precedentes«, «como siempre que despiertan al oso ruso».
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 la operación militar especial en Ucrania, cuyos objetivos, de acuerdo con el presidente ruso, Vladímir Putin, son proteger a la población de «un genocidio por parte del régimen de Kiev» y contener los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.
En diciembre pasado, Putin declaró que la operación continuará hasta que Rusia logre la desnazificación, la desmilitarización y la neutralidad de Ucrania.
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