Presidente de Rusia, Vladímir Putin junto al mandatario venezolano, Nicolás Maduro.
Según la revista ‘The Economist’, China parece estar preparándose para un entorno geopolítico más hostil, ante la posible llegada a la Casa Blanca de Donald Trump. Así, acumula a gran ritmo enormes reservas «secretas» de materias primas, metales y recursos energéticos en preparación para posibles cambios geopolíticos en el futuro.
Precavidos
De acuerdo con la publicación, sus preparativos comienzan con la ampliación de la infraestructura de almacenamiento. Apunta que a diferencia de EEUU, donde las reservas estratégicas están bajo control estatal, en China también adoptan la forma de tanques, silos y almacenes privados, a los que los funcionarios de Pekín tienen acceso en tiempos de crisis.
Aunque se trata de una política que el Gobierno chino lleva realizando desde hace décadas, las importaciones de recursos básicos batieron récords el año pasado a pesar de los altos precios. Así, las importaciones de todo tipo de productos aumentaron un 16% en términos de volumen en 2023 y un 6% en los primeros cinco meses de este año, recoge el medio.
En este contexto, Moscú envió 55,122 millones de toneladas de crudo por valor de 32.807 millones de dólares a China entre enero y junio del presente año, según datos publicados por la Administración General de Aduanas de China, en el contexto del afán de Occidente de aislar los recursos energéticos rusos de los mercados mundiales.
Dicho de otra forma, el incremento en dicho período fue del 4,81% interanual, cuando Moscú vendió a Pekín 52,590 millones de toneladas de crudo por valor de 28.349 millones de dólares. En junio, Rusia exportó a China 8,43 millones de toneladas de petróleo por valor de 4.914 millones de dólares.
«En el mundo de hoy, las materias primas logran tener una importancia estratégica valiosa. Eso lo ha entendido China para su desarrollo. La construcción y la utilización de materias primas en las últimas dos décadas ha sido muy importante para China, y su consumo en estas materias primas, en algunos casos, ha aumentado hasta un 1.000%», explica el Dr. Miguel Jaimes, director del Diplomado de Geopolítica del Petróleo.
Mientras tanto, el significativo aumento del volumen de compras de fertilizantes a Moscú muestra que la Unión Europea sigue dependiendo de las importaciones de estos productos rusos. Anteriormente, varios expertos advirtieron que Europa podría enfrentarse con la dificultad de producir abonos internamente debido al elevado costo de la energía tras el rechazo del GNL ruso.
«La situación europea a veces parece que se complica en algunas áreas. El grave problema que tiene Europa es el de la energía, como los hidrocarburos, que hace que no le permitan tener una gran independencia y, por el contrario, anda invirtiendo miles de millones de euros en otras cosas (…) Estamos frente a una encrucijada en Europa, al borde de un abismo», concluye Jaimes.
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