Kiev recibirá una respuesta adecuada tras el ataque contra la región rusa de Kursk, aseguró el presidente de Rusia, Vladímir Putin. A su vez, el gobernador en funciones de la provincia, Alexéi Smirnov, declaró que Las Fuerzas Armadas de Ucrania controlan 28 localidades.
«Obviamente, el enemigo recibirá una respuesta adecuada y todos nuestros objetivos serán logrados», aseveró Putin en una reunión operativa sobre la situación en las regiones fronterizas de Rusia.
Por su parte, el gobernador precisó que «la profundidad de la incursión enemiga en el territorio de la región de Kursk es de 12 kilómetros, el ancho del frente es de 40 kilómetros».
«Actualmente, la situación en la región es difícil. Hasta el momento, 28 localidades están bajo control del enemigo», comunicó Smirnov.
Putin declaró que Ucrania con sus ataques a la región rusa de Kursk busca mejorar sus posiciones en unas hipotéticas conversaciones.
«Parece que el enemigo busca mejorar sus posiciones negociadoras en el futuro, pero ¿de qué tipo de negociaciones podemos hablar siquiera con personas que atacan indiscriminadamente a civiles, infraestructuras civiles, o intentan amenazar instalaciones de energía nuclear?», preguntó.
Agregó que Ucrania proseguirá con los intentos de desestabilizar la situación en las regiones fronterizas. Putin indicó que uno de los objetivos que persigue Kiev es «sembrar la discordia, disputa, asustar a la gente, destruir la unidad, cohesión de la sociedad rusa».
«Para nosotros es obvio que el enemigo continuará intentando desestabilizar la situación en la zona fronteriza para perturbar la situación política interna de nuestro país», recalcó.
Asimismo, el mandatario ruso subrayó que «el ritmo de las operaciones ofensivas de las fuerzas rusas, voluntarios y veteranos, no solo no disminuyó, sino que se multiplicó por 1,5» tras el inicio de las hostilidades en la línea de operaciones de Kursk. Putin agregó que las tropas rusas avanzan en toda la línea de combate.
Actualmente, continuó, el objetivo principal es expulsar al enemigo de los territorios rusos y garantizar una protección fiable de la frontera estatal.
El jefe del Estado Mayor General de Rusia, Valeri Guerásimov, afirmó el pasado 7 de agosto que las Fuerzas rusas detuvieron una ofensiva realizada por unos 1.000 militares ucranianos en la mañana del 6 de agosto para ocupar territorios en la región de Kursk.
Como resultado de los bombardeos y ataques con drones, al menos 12 residentes de la región murieron y más de 121 personas, entre ellas nueve niños, resultaron heridas. Además, miles de personas se vieron obligadas a abandonar la zona de bombardeos y combates que continúan tras la incursión ucraniana.
Putin acusó a Kiev de lanzar una provocación a gran escala y realizar bombardeos indiscriminados, particularmente contra instalaciones civiles.
El Ministerio de Defensa ruso estima hasta el momento en más de 1.600 militares ucranianos abatidos desde el inicio de las hostilidades en la región.
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