El hallazgo de un tatuaje alusivo a un regimiento de élite del Ejército de EEUU en el hombro de un mercenario abatido por el Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB), así como elementos sobre terceros países, confirma la utilización ilegal de tropas extranjeras para atacar territorio ruso desde Ucrania, advirtieron a Sputnik dos expertos.
El grupo de sabotaje y reconocimiento neutralizado el 27 de octubre cuando pretendía cruzar la frontera rusa de Briansk llevaba consigo armas y equipos de comunicación extranjeros, además de otros artículos personales de otras nacionalidades como una bandera canadiense, un cuaderno de notas militares en inglés y un libro de oraciones en polaco, según informó el FSB.
Además, uno de ellos llevaba un tatuaje del Segundo Batallón del 75.º Regimiento de Rangers de Reconocimiento y Paracaidistas de las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos, consignó un informe del organismo.
«El hecho de que los abatidos tuvieran tatuajes y elementos que los identificaban con fuerzas especiales norteamericanas y otras naciones de la OTAN y que estuvieran operando en territorio ruso es simplemente la confirmación de que esta guerra ha sido planificada por largas décadas por parte de las administraciones norteamericanas», dijo a Sputnik el analista internacional Carlos Pereyra Mele.
Para el experto, director del Dossier Geopolítico, la presencia de «fuerzas mercenarias» combatiendo por Ucrania a cambio de dinero ha sido una constante desde el inicio del conflicto. En muchos casos, además, se recurrió a «personal con alta experiencia militar, sobre todo en fuerzas especiales estadounidenses». El analista comentó que, si bien estos efectivos llegaban a Ucrania como supuestos «voluntarios», recibían dinero y poseían una formación y armamento que «no se genera de la noche a la mañana».
También en diálogo con Sputnik, el analista geopolítico argentino Cristian Riom señaló que la participación de este tipo de agentes demuestra «el involucramiento real de la OTAN en el conflicto«, aún a pesar de que esta participación no se explicite formalmente.
«Acá no hay un acuerdo firmado y Ucrania no está oficialmente dentro de la OTAN pero sí es la OTAN la principal asistente tanto en dinero y material bélico como en personal y combatientes», explicó Riom.
El analista recordó que este tipo de asistencia viene desde el inicio del conflicto, cuando EEUU y los demás países atlantistas enviaban a Ucrania personal bajo la denominación de «asesores». Más adentrado el conflicto, esos asesores pasaron a ser presentado directamente como combatientes, tanto provenientes de EEUU como de socios de la OTAN de Europa del Este o países escandinavos.
Riom consideró que la presencia de tatuajes o distintivos de Occidente es «la prueba fehaciente» de la intervención de la OTAN en el conflicto. Para el analista, si bien eso ocurría desde el comienzo, «se ha intensificado en la medida en que el conflicto se ha vuelto desfavorable a Ucrania«.
«Viendo que Ucrania no podía llevar este conflicto adelante en solitario, la OTAN se fue involucrando más y más con dinero, con material bélico y tecnología cada vez más potente y, por supuesto, con soldados», comentó.
Mercenarios extranjeros «escapan a todo control»
Para Pereyra Mele, este tipo de mercenarios son útiles para las potencias occidentales debido a que «disimulan su intervención directa» en los conflictos. De esta forma, explicó, las potencias pueden intervenir sin tener que explicitarlo y «sin una responsabilidad por lo que esas tropas mercenarias hacen en los territorios«.
«Esas tropas mercenarias escapan a todo control jurisdiccional y a todos los códigos militares del país al que supuestamente pertenecen. Además, si esas tropas son eliminadas, los países involucrados no tienen que cargar con el problema social que acarrean las críticas por la cantidad de bajas», apuntó.
En ese sentido, apuntó que las bajas de soldados es algo «muy mal visto socialmente» en EEUU y recordó las fuertes protestas que se desataban en territorio estadounidense «cuando llegaban los aviones llenos de cajones envueltos en banderas durante la Guerra de Vietnam».
El experto criticó también que el Occidente está utilizando «esta herramienta de los mercenarios para hacer una guerra híbrida» con personal especializado que ya ha servido en cuerpos especiales de EEUU.
«En EEUU sobran los militares desocupados que han operado en Irán, en Libia, etc., y por un salario se dedican a hacer tropelías en otros países porque a esas tropas no las rigen ninguna ley internacional de guerra», concluyó.