Expresidente Álvaro Uribe con el general Mario Montoya. Foto: César Carrión Ayala – SNE.
El general del Ejército Nacional de Colombia, Mario Montoya, rechazaba reportes de capturas e incautaciones u otros resultados operacionales; solo aceptaba personas asesinadas.
La Jurisdicción Especial de Paz (JEP) remitió el caso de investigación penal contra el general en retiro Mario Montoya a la Unidad Investigativa de Acusación de la Fiscalía por no reconocer su responsabilidad en los 118 casos probados de ejecuciones extrajudiciales en el departamento de Antioquia, Colombia.
El general retirado, comandante de la IV Brigada, fue imputado por la Sala de Reconocimiento y Verdad de la Jurisdicción Especial para la Paz por crímenes de guerra y lesa humanidad, hechos por los que el ex uniformado se niega a aceptar su responsabilidad, pese a la multiplicidad de testimonios de oficiales, suboficiales y militares rasos sobre las órdenes que él dio para acabar con la vida de civiles para hacerlos pasar como guerrilleros muertos en combates.
El máximo Tribunal de Paz, en su investigación, determinó que el general (r) Montoya Uribe: Mintió sobre la producción de bajas (muertos) pertenecientes a las Farc-EP, incluso para encubrir posibles casos de extralimitación en el uso de la fuerza.
Además, presionó a los miembros de las unidades militares adscritas a la IV Brigada, midiéndolos, comparándolos e intimidándolos, para que produjeran bajas a toda costa. Asimismo, Montoya “cuando se dirigía a sus subordinados, empleó constantemente un lenguaje violento que exaltaba el derramamiento de sangre e incitaba al uso indiscriminado de la fuerza letal”, señala la JEP.
“Rechazó el reporte de capturas, incautaciones y otros resultados operacionales distintos de las bajas, considerándolas resultados operacionales indeseados”.