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El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que fue Israel quien efectuó el ataque aéreo contra el aeropuerto internacional de Saná, capital de Yemen, el 26 de diciembre.
«Mientras esperaba abordar nuestro vuelo en Saná, el aeropuerto fue atacado por Israel. Este ataque causó muertes innecesarias, heridas, pánico, caos y destrucción», señaló Ghebreyesus en un comunicado.
Durante dicho ataque, el jefe de la OMS se preparaba para abordar un avión privado de la ONU y abandonar Saná. De acuerdo con el jefe de la OMS, aquel bombardeo fue «otro recordatorio de la creciente amenaza que enfrentan los civiles, los trabajadores humanitarios y los trabajadores médicos en las zonas de guerra de todo el mundo».
El bombardeo, que alcanzó la pista de aterrizaje, la torre de control y la sala de salidas, dejó dos empleados del aeropuerto muertos y al piloto del avión privado de la ONU herido.
El 26 de diciembre, la Fuerza Aérea Israelí (FAI) lanzó ataques contra el aeropuerto internacional de Saná, así como contra el puerto de Hodeida, controlados por los hutíes, informó la agencia Sky News en árabe.
Por su parte, las FAI afirmaron que los ataques aéreos se llevaron a cabo sobre objetivos militares de los hutíes ubicados en la costa occidental y el interior de Yemen, mientras las infraestructuras atacadas eran usadas por los hutíes «para transferir armas iraníes a la región y para la entrada de altos funcionarios iraníes».