• marzo 3, 2025 5:59 pm

Ucrania: diálogo o rendición

Putin, Merkel, Macron y Zelensky, antes de empezar la reunión en París. / periódico. 2019. Foto archivo.

El conflicto iniciado por Estados Unidos contra Rusia, que tiene plataforma en Ucrania mostró al hemisferio el revés de Occidente de controlar al emancipado Volodimir Zelensky y su incapacidad de enfrentarse militar y políticamente a Moscú.

En este conflicto, la estrategia de Estados Unidos no era solo medir la fuerza de Rusia en lo político, militar, financiero y económico, sino inflar el ego del actor Zelensky, colocarlo como el protagonista de la historia, invadir militarmente a Ucrania con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), aproximarse a las fronteras rusas (recordemos que Ucrania era territorio de la Unión Soviética), hacerle donaciones que después les cobrarían y así, imponerle la firma de acuerdos con el fin de quedarse con sus recursos mineros.

En una entrevista con la agencia de noticias AP el 2 de febrero, Zelenski aseguró que sí ha recibido dinero de Estados Unidos, pero no la cantidad que ellos refieren. «Cuando escucho (…) que Estados Unidos ha dado a Ucrania cientos de miles de millones -177.000 millones de dólares (170.000 millones de euros), para ser precisos- (…) le digo como presidente de un país en guerra que hemos recibido más de 75.000 millones (72.000 millones de euros)«. «Es decir, (hay) 100.000 millones (96.000 millones de euros) (…) que nunca hemos recibido», prosiguió el presidente ucraniano, explicando que la mayor parte de la ayuda prestada se recibió en forma de armas. Zelenski se refería a los casi 100.000 millones de dólares que Estados Unidos ha destinado a Ucrania, pero que aún no ha desembolsado. Esta cifra coincide con las del Gobierno federal estadounidense. Donald Trump le está cobrando a Zelensky la suma de 500 mil millones de dólares, cifra que no coincide.

La escena del guion estaba lista: Donald Trump junto al vicepresidente JD Vance invitaron el pasado 28 de febrero de 2025 a Zelensky a la Casa Blanca, donde lo esperaban con una decena de medios de comunicación nacionales e internacionales para que Zelensky, como oveja obediente, firmara el acuerdo donde lo obligaban a ceder a EE.UU. gran parte de los recursos mineros o “metales raros” de Ucrania. Lo que nunca imaginó el supremacista Trump era que, Zelensky, en un momento de lucidez y de tratar de rescatar la soberanía ucraniana, no aceptó su propuesta. Este rechazo hizo que Trump y Vance perdieran el control y, como toda una organización criminal transnacional, amenazaron a Zelensky diciéndole que él no “tenía las cartas para negociar” y que estaba jugando con “la Tercera Guerra Mundial”.

El delirio de Trump y de su “supremacía estadounidense” lo hacen creer que está en 1935, donde aplicaba su política injerencista como le complacía y ningún presidente era capaz de decirle en su propio territorio que estaba en desacuerdo con sus políticas. EE.UU. nunca imaginó que Zelensky se emancipara y saliera a buscar ayuda a la decadente Unión Europea, en la que tampoco puede confiar porque también están detrás de sacar sus ganancias en este conflicto, como las sacaron al firmar un acuerdo para vender las tierras palestinas.

Con este panorama, y a pesar de que Donald Trump tiene buena relación con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, le toca reestructurar su nueva jugada porque Putin no está dispuesto a obedecer a las políticas supremacistas e injerencistas de Trump y menos cuando ha logrado confrontar al mismo Occidente con el conflicto en Ucrania y lo ha ido dominando financiera y económicamente con la asociación, foro y grupo económico de países emergentes BRICS, donde construyen un mundo multipolar y se reafirma como una de las tres potencias mundiales: China en lo comercial, Rusia en lo nuclear y EE.UU. en pie de fuerza.

Putin tiene muy claro que EE.UU. es su eterno enemigo y, entre risas, el mandatario ruso desmintió a Marco Rubio, quien aseguró que Rusia “tiene todas sus armas puestas en el conflicto de Ucrania”, a lo que Putin expresó: en Ucrania “no hemos empezado el conflicto de verdad” y estamos dispuestos a negociar por la paz de nuestros pueblos.  

Diálogo directo

El camino más seguro, rápido y beneficioso para Zelensky es establecer un diálogo directo con Vladímir Putin, sin intermediario. Buscar dinero en la UE es seguir endeudando a su país, seguir echando leña a la hoguera que la tiene controlada el enemigo y, lo peor, seguir perdiendo vidas humanas.

Está demostrado en la historia de la humanidad que las guerras o conflictos solo se solucionan mediante el diálogo, los acuerdos y las voluntades. El hecho de que Zelensky busque a Putin para negociar no es cobardía ni rendición; es actuar con estrategia e inteligencia para resarcir el daño a su propia soberanía ucraniana. Rendición sería aceptar estar arrodillado eternamente a Occidente enemigo eterno del propio origen.

Sobre el autor

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Rosalba Alarcón Peña

Rosalba Alarcón Peña, periodista y Defensora de Derechos Humanos, directora del portal web alcarajo.org y la Corporación Puentes de Paz "voces para la vida". Además, analista y columnista del conflicto armado de su país natal (Colombia) en medios internacionales. Redes sociales. Twitter: @RosalbaAP_ Facebook. Rosalba Alarcón Peña Contacto: rosalba@alcarajo.org

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